Quito.

Unos 13 millones de ecuatorianos decidirán mañana en una consulta popular, promovida por el presidente Lenín Moreno, aspectos como medio ambiente y lucha contra la corrupción, pero el más controvertido es uno que puede poner fin a la relección indefinida, instaurada por su antecesor, Rafael Correa (2007-2017).

En total, el referendo constitucional está integrado por siete preguntas. Sin embargo, de aprobarse con un sí la pregunta que propone limitar la relección de las autoridades a una sola vez para garantizar el principio de alternabilidad, Correa se quedaría sin posibilidad de volver a presidir Ecuador. De acuerdo con las principales empresas encuestadoras, se prevé un triunfo del sí para todas las preguntas.

En pocos días estaremos frente a una decisión histórica de gran trascendencia, porque nuestro estilo de gobernar no es imponer. Es el diálogo sincero y respeto profundo. De ahí que, a días de esta jornada democrática, les reitero mi pedido de un voto meditado, de esperanza, dijo Moreno a sus compatriotas este viernes.

Observadores de la Unión de Naciones Suramericanas, la Organización de Estados Americanos, la Unión Interamericana de Organismos Electorales y la Asociación Mundial de Organismos Electorales realizarán misiones.

La consulta es producto de la política de apertura que implementó el presidente ecuatoriano –antiguo aliado de Correa en el partido Alianza País– al comenzar su mandato, hace ocho meses, cuando, a diferencia de su antecesor que tenía un estilo más confrontativo, proclamó estar dispuesto al diálogo con todos los sectores nacionales para estructurar su administración.

De esos diálogos surgieron temas que devinieron propuesta de siete reformas legales y constitucionales que consolidan la línea de Moreno de establecer un nuevo estilo distinto al de Correa, quien denominó a su gobierno de 10 años revolución ciudadana.

El referendo se efectuará en el contexto de la fuerte disputa entre el actual mandatario y su antecesor, quien viajó especialmente de Bélgica a Ecuador para hacer campaña por el no. Según Correa, la consulta busca destruir la revolución ciudadana. Además, el ex mandatario cuestiona la destitución del vicepresidente Jorge Glas, su aliado, quien fue condenado en diciembre a seis años de prisión por asociación ilícita para recibir sobornos de la constructora brasileña Odebrecht.

Correa también impulsó la creación del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social para elegir a las autoridades de control (contralor, procurador, superintendentes, fiscal general), aunque bajo un sistema en el que siempre resultaban electos funcionarios afines al régimen. En este punto, la consulta pregunta a los ciudadanos si consideran que se debe restructurar el consejo y dar por terminado el periodo de sus actuales miembros.

Otra pregunta es acerca de la derogación de la ley que crea el impuesto a la plusvalía en la venta de inmuebles, mientras otra interroga sobre la prohibición de la minería no metálica en las zonas de reserva ecológica. En esa misma misma línea se pregunta sobre la posibilidad de reducir el área de explotación petrolera en el parque Yasuní, en plena cuenca amazónica.