El gobernador de Chihuahua, Javier Corral Jurado, sostuvo ayer que el acuerdo con el gobierno federal es un triunfo político para la entidad, porque frente a la cerrazón imperó la política como instrumento para solucionar el conflicto, pero agregó que no se detendrá.

Afirmó que en la investigación por el presunto desvío de recursos al PRI irá hasta donde tope, y anunció que convocará a un acuerdo nacional sobre un nuevo federalismo tributario y a un movimiento contra la corrupción.

Corral concluyó ayer en Ciudad de México la llamada caravana por la dignidad con un recorrido del Ángel de la Independencia al Hemiciclo a Juárez. Ahí sostuvo que no pactó el traslado de Alejandro Gutiérrez, ex secretario general adjunto del tricolor, a cambio de los 900 millones de pesos comprometidos el sábado en Gobernación.

Para el mandatario de Chihuahua, el triunfo no sólo es para su entidad, sino también se conquistó la libertad para los demás gobernadores, a quienes señaló de estar sometidos al federalismo y de arrodillarse, suplicando que la discrecionalidad del poder los favorezca.

La caminata se inició con cientos de personas llevadas por los partidos que forman la coalición Por México al Frente, PAN, PRD y Movimiento Ciudadano, así como de la subcorriente perredista conocida como Galileos. A la mitad del discurso de Corral, la mayoría se retiró y sólo permaneció un grupo de casi 500 individuos. Cuando concluyó la concentración, el mandatario se negó a responder preguntas de reporteros. Sus escoltas lo llevaron entre empujones a una camioneta estacionada en la calle Luis Moya.

Horas después de que se suscribió el acuerdo en Bucareli, Corral Jurado sostuvo que en la redacción de éste fue fundamental la mediación de la Secretaría de Gobernación, que recuperó para la gobernabilidad del país la capacidad y la función de la relación con los gobiernos de los estados que prácticamente se habían trasladado a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.

También reconoció los buenos oficios y el liderazgo del secretario Alfonso Navarrete Prida, quien buscó una salida digna y honorable al conflicto entre el gobierno de Chihuahua y la Federación.

Expresó su confianza en que el presidente Enrique Peña Nieto honrará su palabra, comprometida en los acuerdos que forman parte del documento firmado la noche del sábado, pero advirtió que ya tiene lista la controversia constitucional contra el convenio de transferencia de recursos federales en caso de que Hacienda no deposite los 900 millones de pesos esta semana.

Dedicó un apartado especial en su discurso al caso de Luis Gutiérrez, uno de los puntos sobre los que hubo arreglo en Gobernación. Y cuestionó a La Jornada: “Quiero explicar muy bien, porque ya se ha vuelto a montar otra embustera ‘operación mediática del nado sincronizado’, el tema que tiene que ver con Alejandro Gutiérrez. La vergonzosa Jornada”.

Desde su perspectiva, no se negoció la justicia. Argumentó que el traslado del priísta a un penal federal tiene que ver con eliminar el cuento de que al ex secretario general del PRI se le ha torturado sicológicamente.

Afirmó que las denuncias de violaciones a los derechos humanos de Alejandro Gutiérrez tienen origen en el PRI y su precandidato presidencial José Antonio Meade, quien es el verdadero amigo de César Duarte.

Anticipó que Gutiérrez continuará en prisión como medida cautelar y para continuar con el proceso penal.

Dijo que para aprovechar el viaje enviará al gobierno de la República varios cientos de presos por delitos federales al centro de readaptación social número nueve, donde hay bastante espacio... Estoy seguro que no se van a oponer.