Es un estado de idealización de la pareja, alertaron
Miércoles 14 de febrero de 2018, p. 33
Dilatación de pupilas, taquicardia, temblor, palidez, insomnio, falta de apetito, nerviosismo, euforia, alegría y descarga de energía, pero cuando la incertidumbre es intensa, se da un gran estado de angustia.
También hay secreción de varias sustancias: serotonina, dopamina, endorfinas, adrenalina, oxitocina y glutamato, y se activan 12 áreas cerebrales. Todo eso puede suceder cuando se está en presencia de la persona que inspira el enamoramiento (estado previo al amor y que puede o no desembocar en éste), señalaron estudiosos del estado transitorio llamado también limeranza y que tiene el poder de hacer lucir físicamente mejor o incluso más joviales a quienes lo experimentan.
El enamoramiento puede ser el preámbulo
del amor; es transitorio, irracional, durante esta etapa se da rienda suelta a las emociones y sentimientos y se agudizan los sentidos, coincidieron en señalar Ricardo Gallardo Contreras, jefe del servicio de siquiatría del Hospital Juárez de México de la Secretaría de Salud, y la sexóloga Paulina Millán Álvarez, directora de investigación del Instituto Mexicano de Sexología (Imesex).
Entrevistados a propósito del Día del Amor y la Amistad, los expertos señalaron que dado que se trata de un estado de idealización del otro, no es positivo tomar decisiones drásticas como casarse, porque una vez que esta condición cede, la visión puede cambiar. Millán indicó que esta sensación puede durar de seis meses a dos años.
Estado alterado
El enamoramiento varía de acuerdo con la madurez de la persona, su personalidad y su edad, pero en general es un estado que altera. Cuando no es correspondido debe optarse por intentar ponerle fin, tras lo cual vendrá una etapa de duelo
, comentó Gallardo Contreras, quien dijo que es frecuente en la consulta atender casos de intentos de suicidio en adolescentes, cuando no ha habido reciprocidad.
Millán Álvarez comentó que en ocasiones, cuando hay obstáculos o dudas respecto de la reciprocidad, puede reforzarse la limeranza. Sobre ésta, no se sabe por qué se inicia, por qué la activa una determinada persona y quienes la han experimentado no identifican el momento cuando comenzó. Suele ser gradual y puede sentirse más de una vez en la vida.