Guadalajara, Jal.

La Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) dio 15 días de plazo a la Fiscalía General de Justicia del estado y a la policía de Tecalitlán para que informen con detalle los avances en la búsqueda de tres italianos que llegaron a vender generadores eléctricos a Jalisco y el 31 de enero desaparecieron.

En Italia, la prensa ha dado notoria difusión al caso de los ciudadanos originarios de Nápoles, ciudad donde este fin de semana habitantes marcharon con antorchas e hicieron una vigilia para exigir que aparezcan con vida.

La investigación de la defensoría social (30/2018) es de oficio y a cargo de la tercera visitaduría, la cual busca comprobar la participación de policías de Tecalitlán, quienes según la denuncia de sus familiares, presentada ante la fiscalía, detuvieron al menos a dos de los tres extranjeros.

El secretario general de Gobierno estatal, Roberto López Lara, dijo que aún no se ha decidido intervenir a la corporación de Tecalitlán, aunque afirmó que hay avances en la carpeta de investigación abierta el 1º de febrero tras la querella ante la fiscalía.

Mencionó también que por ser un tema en el que intervienen las cancillerías y gobiernos de Italia y México, es posible que la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (Seido) atraiga el caso.

López Lara precisó que los desaparecidos Raffaele Russo, su hijo Antonio y su sobrino Vincenzo Cimmino, llegaron a México a hacer negocios, y se hospedaron en Guadalajara, antes de viajar a Ciudad Guzmán y a Tecalitlán, en el sur del estado.

La familia aseguró tener mensajes de WhatsApp en los cuales Antonio y Vincenzo dijeron que fueron abordados por policías municipales cuando buscaban a su padre, quien fue el primero en desaparecer, el 31 de enero.

Los uniformados pidieron a los jóvenes que los siguieran; pero después de los mensajes ya no respondieron sus teléfonos.

El diario Il Mattino, de Nápoles, reportó en su edición de este lunes que los tres hombres fueron a México a revender productos chinos comprados en Nápoles, y cita al vocero de la familia, Gino Bergame, quien dijo que tienen el convencimiento de que están en una prisión de México.

Refiere que algunos familiares quieren viajar al país, pero los recursos financieros limitados y la reticencia mostrada hasta ahora por las instituciones mexicanas haría del traslado un viaje inútil y tal vez peligroso.

En la entrevista con el vocero se reseña que la familia se comunicó a la comisaría de Tecalitlán donde, en una primera llamada, les dijeron que tenían bajo su custodia a tres italianos, pero 20 minutos después, en una segunda llamada, esta versión fue desmentida.

También dijo que Francesco Russo, otro hijo de Raffaele que ha vivido en México, aún está en el sur jalisciense buscando a su padre, hermano y primo, pero teme por su seguridad.