Si la mayoría toma medidas rápidas para reducir los contaminantes de vida corta –los llamados CCVC–, es probable que puedan bajarse las emisiones de metano en 25 por ciento y carbono negro en 75, así como eliminar los hidrofluorocarbonos de alto potencial de calentamiento global por completo en los próximos 25 años, de acuerdo con la Coalición Clima y Aire Limpio para Reducir Contaminantes de Vida Corta y el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (Inecc).

Los CCVC, como el carbono negro, el metano, el ozono troposférico y los hidrofluorocarbonos son agentes que contribuyen al calentamiento global, a las alteraciones de patrones climáticos y además aceleran el derretimiento de los polos, explicaron ayer funcionarios del Inecc en un taller para medios de comunicación.

A diferencia del dióxido de carbono que permanece en la atmósfera durante siglos, los CCVC se mantienen en la atmósfera durante periodos breves, ya sean días o décadas, siendo perjudiciales para la salud humana, la agricultura y los ecosistemas.

Los CCVC y el CO2 tienen efectos sobre el clima y en la salud, y aunque se presentan a escalas de tiempo diferentes, es importante actuar de manera inmediata.

Los CCVC surgen principalmente de actividades humanas y con su mitigación sería posible ver beneficios tanto en el clima como en la salud de la población y en la agricultura a corto plazo.

Para disminuir las emisiones de CCVC en el sector residencial se podrían remplazar fogatas de leña o carbón por estufas a base de combustibles modernos. En el campo industrial, remplazar los hornos tradicionales de cocción por otros de recuperación; en el área del transporte, la implantación de filtros de partículas diésel para vehículos de carretera e industriales, así como la eliminación de motores diésel con altos niveles de emisiones, y en agricultura, prohibir la quema de residuos agrícolas.

Respecto de los combustibles fósiles, ayudaría la recuperación y uso del gas y de las emisiones fugitivas en la producción de petróleo y gas natural, así como la reducción de fugas en ductos de transporte de gas a larga distancia.