El Instituto Nacional Electoral (INE) construye una nueva ruta para agilizar el cómputo de votos de la elección presidencial y garantizar que pueda difundirse el conteo rápido de estos comicios a las 23 horas del primero de julio, sostuvo el consejero presidente del organismo, Lorenzo Córdova.

Para ello, ante la inviabilidad de usar los datos de las actas de escrutinio, la fuente de información serán los cuadernillos de operaciones de cada urna.

Acompañado por todos los consejeros del INE, Córdova Vianello sostuvo que si se avala esta alternativa, que atiende las preocupaciones básicas de la sentencia del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), se pretende dar a conocer los resultados de la elección presidencial esa noche, con independencia de cuáles sea esas tendencias de votación.

Agregó: Si esas tendencias implican que los intervalos que corresponden a cada uno de los candidatos presidenciales se cruzan o no, con independencia de ese hecho se darán a conocer y corresponderá a la autoridad electoral (decidir) si es necesario generar todas las explicaciones debidas para inyectar certeza en ese momento delicado del proceso electoral.

Los consejeros señalaron que el acuerdo que pretenden aprobar en el Consejo General del INE la próxima semana se ha cabildeado ya con los partidos políticos sobre la base, dijo Marco Antonio Baños, de que nadie quiere retrasar el resultado de la elección presidencial.

Además, después de los desencuentros con los magistrados, perfilaron la distensión en sus relaciones con el TEPJF: No traemos un diferendo, lo quiero decir claramente, con el tribunal. Hemos expresado puntos de vista, pero eso no quiere decir que dos instituciones del Estado mexicano, que tienen la delicada responsabilidad de conducir la política electoral de este país, se encuentren enfrentadas, dijo el consejero Baños.

La nueva ruta pretende respetar el proceso ininterrumpido y simultáneo del escrutinio y cómputo de cada elección establecida en la ley; se utilizarán los cuadernillos de operaciones que el artículo 290 de la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales dispone para asentar los datos de la elección previo al llenado de actas; dicha legislación señala que estos resultados se transcriben posteriormente al acta, subrayó Lorenzo Córdova.

Sin embargo, los consejeros admitieron que esta opción reduce un poco la precisión de los datos: ¿Cuál podría ser eventualmente la única diferencia de resultados que hay entre estas hojas de operaciones y las actas de escrutinio y cómputo? La eventualidad, insisto, de que algún ciudadano haya metido equivocadamente un voto de una elección en una urna diferente.

En paralelo, explicó Baños, se pretende aprobar –como parte del acuerdo– diversas medidas complementarias para reducir equivocaciones al introducir las boletas en las urnas: se colocarán carteles para orientar al votante, se modificarán las boletas presidenciales para distinguirlas mejor y se asignará un escrutador para que vigile y oriente al elector sobre la urna correspondiente.

“Esta propuesta –consideró el consejero Ciro Murayama– combina el rigor jurídico del tribunal con la capacidad técnica y operativa del INE. No se trata de una disonancia, sino de conjugar el principio jurídico y la capacidad técnica del INE, y donde alguien leyó un diferendo, aquí debe leer, creo yo, un acercamiento; quien escuchó voces de desencuentro, aquí debe ver la pipa de la paz”.