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En la Berlinale, el actor lamentó la actual situación política de EU: es aterradora

México, uno de los lugares donde se libra la batalla de la humanidad: Gael García
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Gael García Bernal fue a Berlín para apoyar el estreno de Museo, de Alonso RuizpalaciosFoto Afp
 
Periódico La Jornada
Sábado 24 de febrero de 2018, p. 8

Berlín.

El actor mexicano Gael García Bernal afirmó hoy desde la Berlinale, donde presenta Museo, del director Alonso Ruizpalacios, que compite por el Oso de Oro, que la situación política en Estados Unidos es aterradora.

El protagonista del filme, que recrea el escandaloso robo de más de un centenar de valiosas piezas prehispánicas del Museo Nacional de Antropología en 1985, reconoció en entrevista y un reducido grupo de medios que no le gusta hablar de ese tipo, en referencia al presidente estadunidense Donald Trump, a quien describió como fanático ignorante y racista.

Sin embargo, el actor no rehuyó a las declaraciones políticas en una entrevista en la que también opinó sobre el movimiento #MeToo y el robo de patrimonio arqueológico de los países europeos.

–El año pasado usó la plataforma de los Óscar para denunciar el muro de Trump. ¿Volverá a usar este año los premios (donde cantará la canción de Coco con Natalia Lafourcade) para hablar de Trump?

Bernal: No, yo no hablé de ese tipo. No quiero que me relacionen con él. Es una vergüenza. La idea del muro se ha normalizado. Ya tenemos un gran cerco allí. El muro se está construyendo. No hay movimiento político que evite que se construya. No hubo una sola huelga durante la presidencia de Trump. La situación política en Estados Unidos es increíblemente aterradora. No es una democracia real y no hay que tomárselo a la ligera. No pasa nada. Hace poco empezaron a hablar de que era racista. Los mexicanos sabemos desde el día uno que lo es. Es un fanático ignorante y racista.

–¿Hay tensión entre estadunidenses y mexicanos?

–No hay un gran problema. Odio hablar de este tipo. No es la realidad, no es lo que está pasando. ¿Cómo se llama esa ciudad en la que se celebran los premios Óscar? Los Ángeles. Vamos, es en español, como un pueblo mexicano. Tenemos que dejar de permitir que esas mentiras formen parte de un discurso político.

Museo habla en parte de la gran herencia cultural con que cuenta México. En tiempos en que su país está siendo tan maltratado por Trump, ¿cómo se sintió al poder mostrar esto en la película?

–Sabemos que somos geniales (risas). Es muy importante que mostremos la complejidad de nuestra cosmovisión, de ver el mundo de una forma distinta a como lo ven no sólo Estados Unidos o el mundo occidental. Vivimos en una periferia muy contradictoria, ambigua, porque estamos al mismo tiempo en el centro del mundo, pero también afuera.

–¿Cómo es vivir en esa cultura?

–Crecemos formados por esta identidad híbrida, con una cultura muy bella y heterogénea. Hoy día hay más similitudes entre alguien de China y alguien de Noruega que entre alguien del noroeste y del sureste de México. La muerte nos es algo cercano todo el tiempo, y quizá por eso disfrutamos mucho la vida. Creo que México es uno de los lugares en los que se está llevando a cabo la batalla de la humanidad.

–¿Qué piensa de que haya museos en Europa llenos de piezas de otros países?

–Creo que las cosas definitivamente tienen que estar en el lugar al que pertenecen. La mayoría de los museos modernos de hoy día, como el Louvre, el Pergamon o el British Museum están hechos con saqueos, son producto de colonizaciones. Sería interesante hablar de que los museos no estén hechos para el uso privado de un solo país, para (reflejar) las victorias de un país, sino para la humanidad.

–El escándalo de #MeToo acaba de estallar en México. ¿Cómo cree que se trata a las mujeres en la industria del espectáculo mexicana en comparación con otros países?

–No podemos generalizar las industrias de cine. Se trata de una estructura de poder que existe en distintas partes del mundo y en muchas industrias de cine. Ha habido abusos de poder en todas partes. No podemos banalizar el tema, porque hay víctimas y victimarios reales que han causado un gran daño. Banalizar esta discusión con generalizaciones está muy mal. Es una situación que hay que analizar caso por caso y que hay que tratar con mucho cuidado.

–¿Y qué cree que aporta este debate?

–Abre discusiones en términos de crisis de masculinidad, de la crisis de interacción entre sexos, sobre la lucha de poder. Es una conversación muy interesante, y espero que el resultado sea que al final confiemos más unos en otros, que nos respetemos y amemos más sin que haya miedo en nuestras interacciones, porque eso es lo peor que nos podría pasar. No se trata sólo de gente famosa hablando, sino de que pueda hablar cualquier víctima de una forma responsable. Si es algo con fundamentos legales para ser denunciado es importante que creemos la estructura para que pueda serlo.