Hacia el final del concierto de Enrique Bunbury en el Palacio de los Deportes, el jueves pasado, miles de pies golpearon el piso para que el roquero español regresara al escenario, lo cual hizo, para despedirse con éxitos que han marcado a varias generaciones.

Bunbury agradeció con Maldito duende a las 18 mil personas que acudieron al recinto de Iztacalco, y cerró su presentación con rolas prehistóricas, que aún causan emoción: De mayor, Extranjero, Infinito, Sí y Lady Blue. Antes interpretó, con su exótico baile, una infaltable: Héroe de leyenda, de su etapa en Héroes del Silencio.

“México, que maravilla verles las caras de nuevo; un increíble placer estar con ustedes. Nos gustaría compartir algunas de nuestras nuevas canciones del disco Expectativas, pero también haremos un viaje a través de todas las etapas. Espero que el repertorio que preparamos sea de su agrado”, dijo el intérprete luego de haber abierto el concierto con Supongo y La ceremonia de la confusión.

En varias ocasiones, Bunbury bajó del escenario para cantar junto a sus energéticos fans. Mientras, los integrantes de seguridad vigilaban la sagacidad del zaragozano al estar casi sobre la multitud.

¡Enrique, Enrique, Enrique!, corearon en repetidas ocasiones sus seguidores, y el cantante, vestido de blanco, con lentes oscuros primero y después sin ellos, agradecía una y otra vez el caluroso recibimiento.

Acostumbrado a ser directo en sus letras y a describir punzante el acontecer actual, Bunbury expresó: Este año van a tener elecciones generales para nuevo presidente, pero como sé qué hay una ley que no permite expresarse a los extranjeros sobre asuntos nacionales no voy a decir una sola palabra. Luego interpretó En charola de plata.

El músico también repitió el repertorio ayer, en el Palacio de los Deportes, con su Ex Tour 17-18. Seguirá la gira por Guadalajara, Puebla, Querétaro, Morelia, San Luis Potosí y otras ciudades.