Se escucharon cuatro o cinco balazos y los agresores corrieron hacia el anexo de ingeniería, cuenta a este diario un estudiante de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) quien prefiere que no se revele su identidad. Recuerda que eran cuatro personas las que vio: una corrió al anexo, otro se fue en bicicleta y dos más en una moto.

El alumno iba la tarde del vier-nes junto con otros por la zona de los frontones de Ciudad Universitaria cuando ocurrió la riña entre presuntos narcomenudistas que dejó dos muertos.

Otros estudiantes narran, un día después de los hechos, que escucharon los tiros y que vieron a unos hombres irse en moto hacia el Circuito Escolar y escapar. Unos aseguran que antes de huir se acercaron a un auto y entregaron un paquete.

Estos hechos, dice Alejandro Martínez, alumno de la Facultad de Derecho y representante de la Coordinadora Estudiantil Universitaria (CEU), son muestra de que no han funcionado las medidas implementadas por la Rectoría para mejorar la seguridad dentro del campus.

En mayo del año pasado, la administración universitaria anun-ció un plan de 10 acciones para incrementar la seguridad, luego de que la joven Lesby Osorio Martínez fuera hallada estrangulada en el campus.

La CEU consideró que es necesario que la estrategia de seguridad se rediseñe con parti-cipación de la comunidad universitaria y que sea escuchada la voz de los alumnos por parte de las autoridades de la UNAM.

Para el lunes, alumnos de distintas facultades y consejeros técnicos representantes de estudiantes han convocado a una rueda de prensa en la que fijarán su posición ante la violencia en el campus universitario.

Estudiantes de la Escuela Nacional Preparatoria 8 –donde estudia Marco Antonio Sánchez Flores, de 17 años, que se recupera de las secuelas de la desaparición forzada de la que fue víctima hace unas semanas– emitieron hace unos días un pronunciamiento en el que plan-teaban que ante la inseguridad que se ha registrado alrededor de las instalaciones educativas, convocarán a otros alumnos a organizarse en unas autodefensas universitarias.