Tanto los encargados del sistema de justicia como la población requieren un cambio de cultura para borrar la idea de que todos los delitos deben castigarse con cárcel, señaló Rafael Mateos Poumián, titular del órgano encargado de implementar los mecanismos alternativos de solución de controversias del nuevo sistema de justicia penal en la Procuraduría General de la República (PGR), quien sostuvo que la dependencia buscará solucionar con mediaciones 30 por ciento de los casos.

Entre los ilícitos que son de­sahogados por una negociación directa entre denunciante y denunciado se encuentran casos de negligencia médica, robo de energía eléctrica, algunos robos patrimoniales y faltas ambientales considerados delitos federales.

El titular del Órgano Administrativo Desconcentrado Especializado en Mecanismos Alternativos de Solución de Controversias en Materia Penal explicó que por dicho método, el Ministerio Público les ofrece la posibilidad de mediar con la intervención de un agente especializado para dichos encuentros, en que el denunciante o la víctima plantea la razón por la que se ocasionó un perjuicio.

Por ejemplo, en caso de daño involuntario a una propiedad, el propietario explica cuáles fueron los efectos y si se pueden solucionar con una reparación. En seguida, el acusado plantea cómo puede cubrir la afectación y, de llegar a un acuerdo, se evita que el caso se judicialice y el imputado llegue a prisión.

Como parte de este mecanismo existe la posibilidad de que el acusado justifique que no puede liquidar el daño económico en un solo pago, y lo haga en varios meses, o incluso que pueda cubrir su afectación con trabajo social. Sin embargo, debe haber un acuerdo total entre ambas partes para ello y no están incluidos delitos graves ni dolosos.

Hoy día, tres de cada 10 carpetas se están resolviendo por el mecanismo. La expectativa es más grande, pero dependerá de varios factores, como la capacidad de respuesta del órgano, de la cultura hacia dentro de la institución para que el Ministerio Público derive qué casos pueden tener una salida alternativa, pero también la difusión que se tenga para que la gente no sólo confíe, sino que lo solicite, explicó Mateos Poumián.

El funcionario explicó que la población desconoce estas alternativas, por lo que desconfía de los procedimientos. Hay una percepción histórica de que la prisión es la única forma de hacer justicia; sin embargo, que una persona vaya a la cárcel no representa necesariamente un resarcimiento del daño, recalcó.