México ocupa el primer lugar en América Latina en el consumo de productos ultraprocesados, pues en promedio cada persona consume 214 kilos de éstos al año, lo que incluye bebidas azucaradas, snacks, botanas, cereales y dulces, entre otros, señaló Fiorella Espinosa, coordinadora de Salud Alimentaria de El Poder del Consumidor (EPC).

Durante la presentación del documento La trama oculta de la epidemia. obesidad, industria alimentaria y conflicto de interés, que narra las diversas estrategias de la industria de bebidas y alimentos en México y en el mundo para bloquear políticas públicas que buscan prevenir y controlar el problema de la obesidad y sus consecuencias, la experta en nutrición precisó que esto arrojó un estudio que realizó la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en 2015, y confió en que pronto la población de México entre en la etapa de toma de conciencia sobre estas situaciones, lo cual ha empezado a ocurrir en los jóvenes de diversos países europeos e incluso en Estados Unidos, donde las nuevas generaciones están dejando de consumir bebidas de cola.

Señaló que frente al cambio de gobierno federal, EPC se acercará a los candidatos para hacerles ver la urgencia de establecer una política alimentaria integral que contemple la postura de un impuesto de por lo menos 20 por ciento a las bebidas azucaradas, retiro de publicidad de productos chatarra de televisión, Internet, escuelas e incluso en puntos de venta de estos productos y etiquetado frontal entendible, entre otras acciones.

Alejandro Calvillo, director de EPC, lamentó que en los últimos dos periodos de sesiones de la Cámara de Diputados la Comisión de Salud de esa instancia legislativa no haya realizado ninguna propuesta para regular y frenar a la industria de ultraprocesados y esquemas en favor de la salud alimenticia de la población. Dijo que esto demuestra el poder que tienen las empresas que venden esos productos, mediante sus cabilderos.

La trama oculta de la epidemia. obesidad, industria alimentaria y conflicto de interés, se presenta en un contexto en el que más de 70 por ciento de la población adulta tiene sobrepeso u obesidad, al igual que más de un tercio de los niños y adolescentes.

La situación es preocupante ya que pone en riesgo la viabilidad del país no sólo por lo que le cuesta en términos financieros, sino también por un descenso en la productividad de las próximas generaciones.

Los autores del documento, Agata Székely y Alejandro Calvillo, realizan un recorrido periodístico sobre casos internacionales que muestran las estrategias de la industria de alimentos y bebidas, similares a las que ha utilizado la industria del tabaco contra la salud pública.