La inteligencia artificial podría contribuir a perpetuar prejuicios, especialmente sexistas, si no se presta atención a los datos utilizados para alimentarla, advirtieron ayer expertas reunidas en el congreso Mobile World de Barcelona.

Somos muy conscientes de que las máquinas retomarán los prejuicios de quienes las codifican, advirtió Emma McGuiguan, responsable de tecnología en la consultora Accenture durante un ciclo de conferencias para promover el papel de la mujer en las nuevas tecnologías.

La inteligencia artificial (IA) necesita un volumen masivo de datos, eso va a requerir mucho contenido humano y nuestros prejuicios serán importados en ella, explicó Julie Woods-Moss, presidenta del operador móvil indio Tata Communications.

Tenemos que prestar mucha atención para no llevar a la IA a estar sesgada, añadió, y animó a los profesionales a encontrar medios para identificar conscientemente estos prejuicios.

“Por ejemplo, si se empiezan a ver esquemas (de programación) que digan: ‘el hombre es el médico’, ‘la mujer es la enfermera’.” Woods-Moss criticó también que la mayor parte de asistentes personales (de voz) son femeninos.

Un debate que apenas empieza

El asistente lanzado por el gigante del comercio en línea Amazon, llamado Alexa, “no se unió hasta hace poco al movimiento #MeToo”, apuntó en referencia a la etiqueta lanzada en las redes sociales para incitar a las mujeres a hacer públicas las agresiones sexuales que han sufrido.

“Antes, si le dirigías insultos horribles de carácter sexual, Alexa contestaba ‘gracias por vuestro comentario’. Ahora dice ‘no respondo a esto’”, ilustró.

Pero desgraciadamente más de 90 por ciento de los informáticos que ponen a punto la tecnología de IA aún son hombres, lamentó Lisa Wang, fundadora de SheWorx, plataforma para emprendedoras.

Este debate sigue a otras discusiones sobre los prejuicios sexistas o raciales de los algoritmos que hacen funcionar muchas aplicaciones.

La Unión Estadounidense por las Libertades Civiles lanzó en 2017 una iniciativa para luchar contra los prejuicios escondidos en los algoritmos y la IA, luego de que se revelara, por ejemplo, que programas de reclutamiento desfavorecían ciertos perfiles.

Según el informe sobre el empleo de 2016 del Foro Económico Mundial, sólo 19 por ciento de los empleados en la industria de la tecnología móvil son mujeres.