Una instancia judicial del estado de Texas, en Estados Unidos, revocó la sentencia dictada en 2014 contra un hombre acusado de abuso sexual de un menor, debido a que el juez que llevaba el caso, George Gallagher, ordenó aplicar descargas eléctricas contra Terry Lee Morris cuando éste se negó a hablar en un interrogatorio, informó este miércoles la emisora BBC de Londres.

Morris fue sentenciado a 60 años de prisión por solicitar un acto sexual a un menor, pero al comprobarse que fue torturado con un cinturón eléctrico que lanzaba descargas de 50 mil voltios, la condena fue conmutada por una instancia superior.

El acusado apeló de la sentencia con el argumento de que fueron violados sus derechos fundamentales por negarse a responder a la pregunta de si se declaraba culpable o no culpable de solicitar un acto sexual a una niña de 15 años.

Dichos cinturones son usados en algunas cortes de Texas, incluso en las piernas de los convictos, cuando éstos se comportan de manera violenta o intentan huir durante las audiencias. Morris enfrenta ahora un nuevo juicio por el abuso a la menor.