Al no actuar de manera contundente para prevenir, combatir y sancionar la violencia contra las mujeres, el mensaje que envía el Estado mexicano es: ¡Mátenlas, no pasa nada!, afirmaron activistas en favor de los derechos de este sector de la población. En tanto, el ombudsman nacional Luis Raúl González Pérez señaló que para disminuir los ataques y las agresiones contra ellas es necesario, en principio, acabar con la impunidad.

En la víspera del Día Internacional de la Mujer –que se conmemora a escala mundial este 8 de marzo–, en dos foros distintos el titular de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y defensores de ese sector lamentaron la violencia estructural contra las mujeres en México y la falta de acceso a la justicia pronta y con perspectiva de garantías fundamentales.

Entrevistado después de participar en la presentación del libro Ring. Boxeando para la reinserción, González Pérez propuso modificar la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia con la finalidad de fortalecer las declaratorias de alerta de violencia de género como herramienta de combate y prevención contra crímenes graves, particularmente los feminicidios, así como incluir a los presidentes municipales y a la sociedad en las políticas en favor de ese sector.

Además, el ombudsman condenó el asesinato de la defensora de los derechos de la mujer en Guerrero María Luisa Ortiz Arenas, y demandó a las autoridades de los tres niveles de gobierno que reconozcan y garanticen la labor que desarrollan personas como ella en favor de las garantías fundamentales, en particular de las mujeres defensoras de estos derechos.

Por otra parte, durante la presentación del informe Derechos y violencias: La experiencia de ser mujer. Situación nacional 2008-2017, de la Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos Todos los Derechos para Todas y Todos (Red TDT), activistas criticaron que las autoridades sistemáticamente nieguen y oculten la violencia contra la mujer y la impunidad en que se mantienen los crímenes en su contra.

Selene González, del Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria, manifestó que uno de los grandes pendientes en México es el acceso a la justicia pronta, expedita y con perspectiva de género.

La impunidad ante la innumerable cantidad de delitos contra las mujeres, enfatizó, es producto de la deficiencia en el trabajo de las procuradurías.

Afirmó que México tiene un sistema de justicia masculinizado y patriarcal, en el cual existen leyes y protocolos que velan por los derechos de las mujeres, pero que en la práctica no se aplican y, lejos de ello, se culpabiliza a las víctimas de la violencia en su contra, y se les revictimiza y estigmatiza en lugar de brindarles apoyo y hacer justicia.

Emilio Muñoz, del Programa de Derechos Humanos y Género del Centro Fray Julián Garcés, consideró que las autoridades son marchistas y misóginas, y por esas características no les interesa atender, investigar y resolver los crímenes contra las mujeres.

La Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito lanzó ayer en redes sociales la campaña #GéneroyJusticia, con el propósito de alertar sobre la violencia contra la mujeres, criticar la impunidad y convocar a la ciudadanía a detener el problema.