Lavar, planchar, realizar la limpieza de la vivienda, preparar la comida y hacerse cargo del cuidado de los hijos son labores diarias que realizan las mujeres sin que se consideren que tienen repercusión en la vida ni en la economía.

En el contexto del Día Internacional de la Mujer, Christian Mendoza, especialista del Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir, afirmó que el reconocimiento del trabajo en el hogar es una de las demandas feministas que se siguen manteniendo y estamos lejos de lograrlo.

La población de 12 años y más que realiza trabajo doméstico sin pago es de 50.4 millones de mujeres y 42.8 millones de hombres. Ellas dedican a esta actividad 39 horas a la semana y los hombres 13.6; es decir, por cada hora que laboran los varones las féminas trabajan tres, señala un informe del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres).

En la publicación Mujeres y hombres en México 2017, el Inmujeres señala que durante 2015 el valor económico de este trabajo ascendió a 4.4 billones de pesos, cifra similar a 24.2 por ciento del producto interno bruto de ese año. De éste, tres cuartas partes las aportó la mujer.

En tanto, el Instituto Nacional para la Educación de los Adultos indicó que las mujeres ocupan un lugar central en el combate al rezago educativo. De los 53 mil 82 asesores activos en el organismo, 40 mil 763 son del género femenino y 12 mil 319 del masculino, quienes atienden a un millón 126 mil 993 educandos, de los cuales 750 mil 897 son mujeres y 376 mil hombres.

El informe Perspectivas sociales y del empleo en el mundo: avance global sobre las tendencias del empleo femenino 2018, de la Organización Internacional del Trabajo, reporta que las mujeres trabajadoras ganan en promedio 20 por ciento menos que los hombres, padecen mayores niveles de desempleo, una persistente desigualdad salarial, altos porcentajes de trabajo no remunerado y representan menos de la tercera parte de cargos de dirección intermedia y superior.