Martes 13 de marzo de 2018, p. 25
San Salvador. Los salvadoreños recordaron este lunes el 41 aniversario del asesinato del sacerdote jesuita Rutilio Grande, quien fue amigo cercano y mentor del arzobispo Óscar Arnulfo Romero, que pronto será canonizado. Una peregrinación y una misa oficiada por el cardenal Gregorio Rosa Chávez en un parque ecológico, ante unas 3 mil personas, sirvieron para rendir tributo a Grande en El Paisnal, 38 kilómetros al norte de San Salvador. El 12 de marzo de 1977 el sacerdote fue asesinado en una emboscada de miembros de la extinta Guardia Nacional. Murieron también el sacristán Manuel Solórzano, de 72 años, y Nelson Rutilio Lemus, de 16. Con el asesinato de Grande, el entonces gobierno militar y los escuadrones de la muerte derechistas iniciaron la represión contra miembros de la Iglesia que denunciaban la injusticia social imperante. Este crimen marcó un profundo cambio en monseñor Romero y le abrió los ojos para entender el sufrimiento de los pobres de su país, y por ello asumió como bandera la denuncia de la injusticia.