Si Andrés Manuel López Obrador no participa en los debates (en el periodo intercampaña), yo tampoco, dijo ayer José Antonio Meade, candidato presidencial del Partido Revolucionario Institucional (PRI). En una jornada de constante referencia a sus opositores sostuvo que quien no acepta debatir es porque no tiene capacidad de defender sus ideas, mientras que al candidato del Partido Acción Nacional (PAN), Ricardo Anaya, lo llamó copión, por el más reciente anuncio de ese partido, elaborado con la misma estructura que el del tricolor.

Meade también hizo críticas hacia el exterior. Un par de horas después de que el presidente de Estados Unidos comentó que en México hay candidatos buenos y otros no tanto, pero que su gobierno lidiará con eso, el ex canciller escribió en Twitter: Ni muros que nos dividan, ni injerencia externa en nuestros procesos electorales. Las elecciones sólo las decidimos los mexicanos. La cortesía diplomática será siempre bienvenida.

Por la mañana, Meade se reunió con los directivos de Bancomer, donde presumió el trabajo artístico y profesional de su abuelo, José Kuri Breña, abogado de esa institución bancaria hasta su retiro en 1979. Otra vez se sintió como en casa con este grupo de banqueros, cuyo edificio sede tiene a la entrada una escultura elaborada por su abuelo.

Luego de lo cual se refirió al sistema anticorrupción en el país. Dijo que es una vergüenza que hasta ahora no se haya concretado ese andamiaje, por lo que exhortó a las legislaturas locales a aprobar lo conducente.

Comentó que ni los intereses políticos y partidistas o el proceso electoral en curso deben impedir que el sistema anticorrupción funcione.

Meade considera que los fiscales no deben ser nombrados por pase automático, pero sobre todo porque en el país urge atajar la corrupción, principal campo de cultivo de la inseguridad y la impunidad, dijo.

En México, precisó, en los 12 años recientes han ocurrido alrededor de 300 mil homicidios dolosos pero se han generado sólo 15 mil sentencias.

Pero el tema del sistema anticorrupción o las sugerencias de organismos internacionales como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) para que en el país se continúen con las reformas estructurales aprobadas este sexenio, fueron motivo para que el candidato del PRI volviera a su estrategia de estos días: insistir en un debate entre los tres aspirantes presidenciales.

Desde temprana hora, vía Twitter, Meade dijo que López Obrador no quiere debatir y tampoco sabe perder: En democracia hay que participar con las reglas y árbitros que nos hemos dado. Sólo amenaza con soltar al tigre quien carece de argumentos y no sabe perder. Es el mismo de siempre.

Por el PRI, el líder del sector popular, Arturo Zamora, calificó a quien declinó debatir en periodo de intercampaña de irresponsable, autoritario, intolerante y opaco. Incluso dijo que ello demuestra que desprecia la crítica y fomenta odio entre la ciudadanía.