La popular concejala de Río de Janeiro y activista, quien denunció la violencia de la policía militar en las favelas, fue asesinada la noche del miércoles de cuatro disparos en la cabeza, atentado en el cual también falleció su chofer. El crimen provocó masivas movilizaciones; el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva dijo que el homicidio es un golpe a la democracia. Miles de personas, incluidos políticos y personalidades, participaron en el sepelio, al tiempo que demandaron poner fin a la intervención castrense que ordenó el mandatario Michel Temer contra la inseguridad Foto Afp