Delegados al cuarto congreso nacional extraordinario de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) informaron que la tarde de ayer se instaló la sesión plenaria en la que se acordó mantener los principios rectores de la organización, fundada en 1979, por lo que no habrá ningún pronunciamiento a favor de algún candidato a la Presidencia de la República, aunque mantenemos nuestras metas de alcanzar la democratización del país, del gremio y la educación.

Los asistentes analizaban la posibilidad de emitir un manifiesto a la nación para dar a conocer la visión de la CNTE sobre los desafíos que enfrenta el país, pero también la necesidad de una búsqueda de soluciones colectivas.

Los trabajos de ayer fueron en cinco mesas en las que se abordaron el contexto nacional e internacional, se presentó un balance de la reforma educativa en el contexto de las jornadas de lucha, se revisaron los objetivos de la CNTE y su vigencia, analizaron nuevas políticas de alianza con otras organizaciones y referentes sociales, y se propuso un plan táctico-estratégico para la jornada de lucha de este año.

Delegados de diversos estados señalaron que el congreso nos dio la oportunidad de escuchar a otros compañeros y conocer cómo se ha dado esta insurgencia magisterial en contra de la reforma educativa desde diferentes condiciones.

Sabemos que México requiere una profunda transformación educativa, indicaron, pero estamos convencidos de que todo proyecto que busque cambiar lo que ocurre en las escuelas debe construirse desde abajo, con las comunidades, con padres de familia, alumnos y docentes.

Cada vez es más claro que juntos podemos mucho, pero aislados el riesgo de la represión, el costo de vidas y de que nuevamente se intente imponer un proyecto que no responda a las necesidades de las comunidades, es mucho más elevado, enfatizaron.

Los profesores disidentes informaron que hoy darán una conferencia para dar a conocer los principales resolutivos de su congreso y destacaron que vamos a seguir demandando la abrogación de la reforma educativa porque hay una clara evidencia que sus objetivos nunca fueron mejorar la calidad de la educación, sino afectar todos los derechos del magisterio.