Meses de ofensiva provocan éxodo similar al de Ghouta Oriental
Lunes 19 de marzo de 2018, p. 22
Afrin, Siria.
Las fuerzas turcas y sus aliados sirios tomaron este domingo la ciudad de Afrin, tras dos meses de ofensiva para expulsar de esta región fronteriza del noroeste de Siria a una milicia kurda que Ankara califica de terrorista
.
El avance de las fuerzas turcas y sus aliados sirios rebeldes dio lugar a un éxodo de civiles, como ocurrió en otro frente del conflicto sirio, el enclave rebelde de Ghouta Oriental, cerca de Damasco, del que el gobierno de Bashar al Asad retomó más de 80 por ciento.
Horas después de su entrada triunfal a Afrin, las fuerzas turcas y sus aliados se desplegaron en todos los barrios de la ciudad haciendo disparos al aire, contaron corresponsales de Afp.
La ciudad de Afrin era el principal objetivo de la ofensiva lanzada el 20 de enero por Turquía contra la milicia kurda Unidades de Protección Popular (YPG).
Las YPG son consideradas organización terrorista
por Ankara, pero también fueron aliadas de Estados Unidos en la lucha contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI) en Siria.
Según el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH, organización opositora al gobierno con sede en Londres), más de mil 500 combatientes kurdos murieron desde que comenzó la ofensiva en Afrin, y los rebeldes aliados de Turquía sufrieron 400 bajas.
Las fuerzas armadas turcas dieron un balance de 46 soldados muertos.
Turquía negó haber apuntado a la población civil, pero el OSDH afirma que más de 280 civiles murieron desde el inicio de la operación turca y agregaron que para escapar de los combates unas 250 mil personas huyeron de Afrin.
El conflicto en Siria, que entró ya en su octavo año, implica a varios actores regionales y potencias internacionales en un territorio muy fragmentado. Desde 2011 ha dejado más de 350 mil muertos y a millones en el exilio.
En otro frente de esta guerra, un segundo éxodo de civiles continúa en Ghouta Oriental, enclave rebelde a las puertas de Damasco sitiado desde 2013.
Por primera vez en años, el presidente Al Assad visitó Ghouta Oriental, donde felicitó al ejército por haber salvado a Damasco, blanco de cohetes lanzados desde el bastión rebelde.