Con la suerte casi echada sobre su candidatura presidencial, ante el caudal de trampas que le detectaron, Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco, acudió al Instituto Nacional Electoral (INE) a solicitar su registro como aspirante presidencial independiente.

A ratos protocolario, pero también inquisitivo ante los consejeros electorales, reprochó haber utilizado la aplicación fallida, porque no tenía de otra, pero criticó: Benito (Nacif), dijiste que revisarías 100 por ciento de firmas, pero no lo hiciste.

Entre gritos de sus simpatizantes condenando la pretensión de sacarlo de la boleta, Rodríguez Calderón oscilaba entre reivindicarse como hombre que respeta las instituciones y cuestionando que se pretenda cercenar voluntades de ciudadanos independientes. Le llamó el honorable cuerpo de consejeros del INE y le dijo que podría crear una nueva historia si lo avalaban, pero le advirtió que iría al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación si no resolvía el asunto de las firmas.

Sin duda es la solicitud de registro más incómoda para los consejeros, quienes escucharon los reproches imperturbables, incluso el aludido Benito Nacif, presidente de la Comisión de Prerrogativas. Observaron a un Bronco histriónico, quien lo mismo se tornaba adulador de las instituciones y decía a su gente: “Broncos, no se violenten. Sigamos haciendo todo lo que nos toca. Saquen sus teléfonos celulares y transmitan por Facebook live para que se vea que estamos ante el honorable cuerpo de consejeros del INE”.

En su discurso, apenas un ligero esbozo de autocrítica: Esperemos que los errores que se cometieron puedan ser subsanados, porque no se cometieron de mala fe.

Errores que para el INE se miden en cientos de miles: 508 mil firmas con inconsistencias, 158 mil falsas y 205 mil fotocopias que se presumen apócrifas.

Acompañado por su madre, esposa e hijos, escuchó las puntualizaciones del consejero presidente, Lorenzo Córdova sobre la calidad en que recibían, bajo la premisa de que se registraría su candidatura, si se acreditaba la legitimidad de los apoyos requeridos.

El Bronco no acusó recibo. Ya en la explanada, ante unos 2 mil simpatizantes traídos de Nuevo León, pronunció un discurso menos condescendiente con el INE: Soy el único candidato verdaderamente independiente. Soy el hijo bastardo de la reforma electoral de los partidos que pusieron reglas que pensaron que no cumpliríamos.