La ex integrante de Mecano deleitó con su voz única a los asistentes del Parque Takilhsukut
Durante los cinco días del encuentro se dan numerosas muestras de las tradiciones ancestrales
Destacan el espectacular acto de los voladores de Papantla y la visita a la Casa de los Abuelos
Esta noche será un viaje por el pasado y el presente, expresó Ana Torroja al comenzar su actuación en Cumbre TajínFoto Rafael Silverio
Martes 20 de marzo de 2018, p. 7
Papantla, Ver.
Visitar el Festival Cumbre Tajín no sólo es llegar a un lugar de historia y tradición
, como dijo Ana Torroja al iniciar su concierto la noche del domingo en el Parque Takilhsukut.
Es adentrarse en un mundo de simbología, cosmovisión y legado de la cultura totonaca que ha resistido los embates de la modernidad y enfrentado los problemas socioeconómicos con la finalidad de preservar sus valores y tradiciones
.
Durante cinco días del festival participan sanadoras y curanderas tradicionales, cocineras, artesanos en madera, algodón y alfarería; hay niños y niñas que bailan y cantan con sus atuendos tradicionales, mientras algunos caminan con máscaras, además de aquellos que con su ritual se han convertido en espectáculo, como los voladores de Papantla.
Para ser volador sólo hace falta tener valentía
, aseguró uno de los jóvenes que desde pequeños se iniciaron en la práctica de esta ceremonia religiosa.
El parque, que destaca por albergar el Centro de las Artes Indígenas, patrimonio inmaterial de la humanidad, con 16 casas de tradición donde se enseña y difunde el legado totonaca con cursos y talleres, incluye el lugar más solemne y visitado: la Casa de los Abuelos.
En este inmueble –construido como los demás, con palma, bambú y adobe–, 12 adultos mayores guían y enseñan las tradiciones del pueblo totonaca con sabiduría.
Guía y sabiduría
En este lugar, el simbolismo ancestral fue plasmado en las formas de las palmas que lo adornan, las mazorcas de maíz, el olor a incienso y las esculturas de sus santos patronos, las cuales exhiben el sincretismo cultural, prehispánico y novohispano.
Estamos trabajando espiritualmente y con bandera de paz. Así vamos a seguir hasta que estemos aquí
, dijo Ubaldo Santiago, uno de los 12 abuelos que encabezan la tradición del Totonacapan.
Los abuelos, prosiguió, nos dedicamos a hablar con los jóvenes para que se porten bien y dejen las malas compañías, porque ahora hay más drogas y se echan a perder ellos mismos
.
Además, dijo, les inculcamos las tradiciones y la lengua totonaca, porque nosotros no vamos a perder nuestra cultura, y para ello tenemos que sembrar la semilla en los jóvenes
.
La noche del domingo, la ex integrante de Mecano, Ana Torroja, fue recibida con entusiasmo por los asistentes, que aplaudieron cuando la española tomó el micrófono para agradecer al público: Esta noche será un viaje por el pasado y el presente, lo único que les pido es que se dejen llevar, sentir; que griten y bailen
.
La voz única de Torroja se escuchó en el escenario del Nicho de la Música con sus temas más conocidos, entre ellos Hijo de la Luna, Cruz de navajas, Maquillaje, Sonrisa y A contra tiempo; además, regaló a sus seguidores La puerta de Alcalá, la cual fue celebrada por muchos que se encontraban de pie, otros sentados y hasta acostados sobre el pasto en diversos puntos del parque.
Antes de Torroja, salió al escenario el ex baterista de Zoé, Siddhartha, músico de indie rock que atrajo los gritos de las adolescentes.
El dueto de las Hermanas García, de la región de la costa chica de Guerrero, sobresalió en el programa musical; con sus baladas pusieron el toque romántico-bohemio a la tarde dominical que reunió a visitantes de diversos puntos del país.