Basados en una revisión de textos de William Shakespeare, Guillermo León y Erwin Veytia crearon El rey y sus dominios, puesta en escena sobre la relación del ser humano con la dualidad poder-traición que conduce al encumbrado a olvidar el bien común, lo acerca a corromperse y se satisface al cumplir sólo sus deseos.

Esta propuesta cuenta con las interpretaciones de Andrés Motta, Antonio Saavedra, Elizabeth Pedroza, Francisco Mena, Guillermo León, José Juan Sánchez, Priscila Ímaz, Reneé Sabina y Luis Artagnan, actor con más de 25 años de trayectoria, egresado del Centro Universitario de Teatro y reconocido en diversas ocasiones por su trabajo.

En entrevista, Artegnan dice de El rey y sus dominios: “Es un rescate de las formas de poder reflejadas en los reyes de las obras de Shakespeare en el contexto de La Guerra de las Rosas. Ese es el pretexto histórico, pero en realidad, nuestro discurso es acerca de cómo se accede al poder, de cómo se ejerce: desde la forma más violenta, hasta de manera virtuosa. Invitamos al público a reflexionar en torno al uso del poder.

“Cuando éste se emplea para intereses personales se corrompe el gobierno, el mismo poder y la sociedad. Cuando se ejerce para buscar justicia, equidad y la distribución de bienes, entonces se tiene una sociedad armónica y próspera.

“Tomamos de pretexto a estos reyes de Shakespeare: Enrique III, Enrique IV, Eduardo III y Ricardo II. Los textos de Shakespeare se entrelazan mediante la dramaturgia de Guillermo León para dar sentido a este discurso del poder. Nuestra propuesta no es una cronología. No es lineal. Es un collage. Alrededor de tres elementos gira la obra: el poder, la traición y la ambición. Pero el primero dimensiona todo, tanto la virtud como los vicios”, acota Artagnan.

No quisimos hacer una metáfora de la realidad, interviene Braulio Amadís, quien cuenta con amplia trayectoria en el ambiente teatral como director de escena y como diseñador de iluminación.

Continúa Amadís: Esta obra es una reinterpretación contemporánea. En la puesta, Shakespeare nos dice que la sociedad es una maquinaria. En esta dramaturgia damos una revisada a los reyes shakesperianos con bisturí, y los ponemos en el borde de la decisión, aclara Amadís.

En los cuadros teatrales se retrata al rey que ha sido traicionado, al que ha amado, al oportunista, al asesino y al sacrificado; todos participan en el juego de ambición e, inevitablemente, se pierden en la espiral de sus deseos. Durante la representación, de forma velada, se vive un desfile de ambiciones, lamentos, reclamos, venganza y muerte.

El montaje es muy colorido porque ofrece un abanico de hechos históricos muy trascendentales, no sólo para la historia de Inglaterra, sino para la literatura universal, afirma el actor Artagnan, quien coloca la obra en el género trágico.

Al desnudo

Nueve actores personifican más de una veintena de personajes y realizan los cambios a vistas, es decir, es un teatro al desnudo, un teatro de actor. Se trata de una puesta en la que queremos que el público nos acompañe en todo momento, que descubra que nuestro montaje es atemporal. No queremos contextualizarlo, sino que el referente sea la asociación que el espectador haga con su mundo, con su entorno. Que el espectador descubra que el individuo que está en el poder es como nosotros, que salga del teatro pensando en cómo ejercemos nuestro poder en la cotidianidad, concluye Amadís.

El equipo creativo está integrado, además de Braulio Amadís en el diseño de espacio escénico e iluminación, por Estela Fagoaga en el vestuario, Andrés Motta en el diseño sonoro y Marisa Gómez en la producción ejecutiva. La producción es de Colectivo de Duendes. El proyecto es apoyado por el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes.

La obra El rey y sus dominios se presenta martes y miércoles en el teatro Benito Juárez a las 20 horas, hasta el 11 de abril. Después, lunes y martes en la Capilla del Centro Cultural Helénico, del 16 al 24 de abril. Boletos en taquilla con los descuentos habituales.