Imposible mirar hacia dentro de la casa donde era resguardado, ni con un tambo
Afuera del domicilio había un cartel con el mismo trazo de letra que el de la zona del crimen
Domingo 25 de marzo de 2018, p. 5
Chihuahua, Chih.
El reporte oficial no establece la manera precisa en que los agentes de investigación pudieron observar un automóvil Malibú estacionado en el garaje de una casa cuya entrada es un portón sin un solo orificio para ver hacia el interior. La historia oficial es que los policías se subieron a un tambo vacío de 200 litros con el que los dueños de la casa impedían que alguien se estacionara al frente: así descubrieron que se trataba del carro que buscaban, en el que se transportó el homicida de la periodista Miroslava Breach Velducea.
Luego de descubrir el automóvil, según la historia de la Fiscalía General de Justicia de Chihuahua, se pidió una orden de cateo. Ya dentro del vehículo se localizó un recibo de agua, que a la postre se convirtió también en la punta de la madeja que llevó a conocer la identidad de los participantes en el crimen de la corresponsal de La Jornada; además de la historia de Rubí, una agente que labora en la fiscalía estatal y que pese a que sabía que Juan Carlos Ochoa, El Larry, era narcotraficante y que él llevó a su domicilio a Ramón Andrés Zabala Corral, El Compa, quien disparó contra Miroslava, y que allí permaneció durante cuatro días, no avisó a ninguna autoridad.
Lo anterior fue dado a conocer por los fiscales Jesús Alberto Frías, Erick Alejandro Ríos y Andrés Torres durante la diligencias efectuadas el 27 y 28 de diciembre de 2017 ante el juez Jorge Napoléon Raya.
En la primera hora de la audiencia de vinculación a proceso a El Larry, los fiscales señalaron que agentes de investigación fueron comisionados para ubicar y verificar el registro vehicular que coincidía con el auto Malibú 2008. El listado estaba integrado por 139 unidades en la capital de Chihuahua y que el 26 de marzo, tres días después del asesinato, se localizó el vehículo en el que viajó El Compa, autor material.
Uno de los agentes, de nombre Brandon Michel Herrera, acudió al número 1914 de la calle Torres, en la colonia Villas del Rey, y en su reporte asentó que luego de tocar en repetidas ocasiones observó que en la cochera estaba el vehículo
con cola de pato, una calcomanía en el medallón trasero y una base de antena negra. Sin embargo, La Jornada realizó un recorrido por la casa y observó que aunque se utilice un tambo no se puede ver al interior de la cochera, tampoco a ras de piso y con la luz apagada, como se encuentra; es muy difícil ver el interior, menos los detalles de cualquier vehículo. Ni siquiera existe un orificio entre las paredes que soportan de manera vertical el portón para mirar hacia el interior del domicilio.
A lo largo del año que llevan las investigaciones del homicidio, varios funcionarios han declarado que afuera de esa casa había un tambo metálico, que llamó su atención porque tenía una cartulina en la que decía que ese objeto era propiedad de la familia Vega Villa y el número del domicilio. Identificaron que las letras tenían el mismo trazo y grafía que el mensaje dejado a unos metros de la camioneta donde atacaron a la corresponsal de La Jornada.
En los informes leídos durante la audiencia, los fiscales ni siquiera mencionaron la ubicación exacta del tambo cuando descubrieron
el coche que según la fiscalía utilizó Jaciel Vega Villa para trasladar al asesino material de Miroslava Breach.
Tras el cateo se aseguró una canción, es un corrido que habría escrito Vega Villa para el Wa, como también se ha identificado a El Larry; una computadora que contenía las dos grabaciones en las que funcionarios panistas exigieron a Miroslava Breach revelar las fuentes que le proporcionaron información sobre el vínculo entre aspirantes a alcaldes y partidos políticos en la sierra de Chihuahua.
El recibo de agua los condujo hasta otro conocido de Jaciel, cuyo número telefónico sirvió para establecer que al filo de las 10 de la mañana de ese 23 de marzo, los homicidas solicitaron un servicio de taxi que los llevó de la casa de Jaciel a uno ubicado en la calle Arroyo del Sacramento, en la colonia Quinta Balboa, donde habitaba la mujer a quien se otorgó el nombre clave de Rubí, agente de la Policía Procesal Estatal y testigo.
Los fiscales narraron que durante sus declaraciones dijo ser originaria de Chínipas, que su tía es esposa de El Larry y le prestaba ese domicilio con la condición de que únicamente pague los servicios de agua, luz y predial.
De acuerdo con testimonios leídos en las audiencias judiciales, Rubí narró que conocía a Jaciel Vega Villa (conductor del Malibú gris), y que el 22 de marzo El Larry y un hombre a quien le presentaron como El Compa, llevaban armas: una pistola escuadra calibre 45 y otra calibre 22.
“Sé que mi tío Larry siempre anda armado, sé que anda en malos pasos; o sea, en el pueblo de Chínipas todo mundo sabe que es narcotraficante, Larry sólo me comentó que venía a comprar un rancho que estaba para el rumbo de Parral.”
Rubí afrimó que convivió con El Compa varios días y que lo recordaba muy bien porque siempre vestía la misma ropa, no se bañaba, sólo se lavaba la cara; recuerdo que ese jueves traía puesta una gorra azul, una playera blanca tipo polo, pantalón de mezclilla negro, zapatos café y la chamarra verde que siempre traía puesta
. El domingo 26 de marzo de 2017, El Compa se fue de la casa. Rubí luego lo identificaría como Ramón Andrés Zabala Corral, autor material del homicidio de Miroslava Breach.
La fiscalía convirtió a esta agente en testigo con identidad reservada y no le ha imputado cargos.