El Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF) determinó que César Ulises Arellano Camacho, estudiante de segundo semestre de medicina de la Universidad de Guadalajara, cuyo cuerpo fue encontrado el domingo por la tarde en la barranca de Huentitán, murió por estrangulación indirecta por un objeto ajeno a él, causada por sofocación y asfixia, informó la Fiscalía General del estado.

Según el IJCF, el cadáver del joven que desapareció la semana pasada y se encontró pendiendo de un árbol en una zona de difícil acceso en la barraca, que sirve de límite natural al norte de Guadalajara, tenía un solo surco duro, característico de los suicidios.

Agregó que el cuerpo tenía de tres a cinco días de evolución cadavérica y su localización se hizo después de que cuadrillas de rescatistas lo buscaron en la barranca luego de que cámaras de videovigilancia del Macrobús –servicio de transporte público que tiene una parada final junto al sitio donde fue hallado– captaron que viajaba en el camión un par de días después de que se reportó su desaparición.

Aunque la fiscalía evitó entrar en detalles sobre los motivos del suicidio, ayer se hizo pública en redes sociales una supuesta carta póstuma de Arellano Camacho, integrada a la carpeta de investigación, en la cual afirmaba que buscaría el “descanso definitivo.

“Perdón, estoy agotado, decidí buscar el descanso definitivo, ya saben mis razones. Mi última voluntad es que no hagan ningún escándalo de esto, sería humillante que mis allegados se enteren. Gracias por apoyarme en el transcurso de mi vida, sé que tengo cosas ‘maravillosas’ en mi vida. No sólo para mí. No soy como los demás, es lamentable que no logré ser feliz. Denle un buen uso a mis cosas, son suyas ahora. La contraseña de la laptop es: ayoggn98”, dice el documento atribuido al joven.

Un usuario de Twitter, identificado con la cuenta @gussscuevas, publicó la noche del domingo: En este momento me vale lo que piensen, si México es homofóbico o no; si la sociedad piensa que el Estado tuvo la culpa o incluso criminales. No fue así. Conozco a César Ulises Arellano, y sí, como pueden ver, era mi novio. Ulises, con el corazón destrozado digo: te quiero, se acotó en el mensaje que junto a una fotografía de los dos muchachos ayer fue tendencia en la red social con ataques homofóbicos y muestras de respaldo.

De su lado, el gobernador Aristóteles Sandoval, quien ayer se reunió con alcaldes de los nueve municipios que integran el área metropolitana de Guadalajara (la capital, Zapopan, Tlaquepaque, Tonalá, Tlajomulco, El Salto, Zapotlanejo, Juanacatlán e Ixtlahuacán de los Membrillos) para tratar temas de seguridad pública, dijo que su gobierno aplica todos los protocolos para la localización de los tres estudiantes de la Universidad de Medios Audiovisuales CAAV que aún permanecen desaparecidos.

Lo que no se informó fue la situación legal de los cinco policías de Tonalá detenidos en torno al caso de los tres estudiantes del CAAV, quienes cumplieron el plazo legal para que la fiscalía presentara las imputaciones jurídicas para ligarlos al tema, por ser quienes resguardaban el sector el lunes de la semana pasada, cuando desaparecieron los jóvenes presuntamente interceptados por un comando de civiles armados.

La semana anterior desaparecieron seis estudiantes, tres ya fueron localizados, dos de ellos sanos y salvos, y el tercero, Ulises Arellano, sin vida.