Cancún, QR.

El secretario de Turismo federal, Enrique de la Madrid, reconoció que la explosión en un barco que trasladaba pasajeros entre la isla de Cozumel y Playa del Carmen, así como la violencia en esos destinos y en Cancún, redujo la afluencia de turistas internacionales en 10 por ciento.

Agregó que al caer la demanda, los hoteleros suelen bajar tarifas, lo que merma la captación de divisas.

Por su lado, el secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete Prida, quien encabezó un acto sobre seguridad pública en Cancún, reconoció que se viven condiciones complicadas que demandan voluntad política, trabajo continuo e imaginación.

Descartó que Quintana Roo enfrente una crisis de inseguridad o que algún cártel del narcotráfico se haya instalado en el estado.

Al participar en la presentación de un programa para la profesionalización y el desarrollo policiaco, Navarrete Prida aceptó que células del crimen organizado han tratado de penetrar en Quintana Roo, lo que se está enfrentando en coordinación con el gobierno estatal, “pero no tenemos un cártel como tal en el estado, y estaremos muy atentos para que eso no suceda”, dijo.

Por otra parte, la reciente muerte de una familia estadunidense en un departamento que aparentemente rentó por medio de una plataforma digital hizo que autoridades y representantes del sector turístico exigieran regular este servicio, pues además de representar competencia desleal para los hoteles no garantiza seguridad a los usuarios, pues no cumple con las revisiones que exige Protección Civil.

En conferencia de prensa, el presidente de la Asociación de Hoteles de Cancún y Puerto Morelos, Roberto Cintrón, dijo que actualmente se promueven en Quintana Roo unas 15 mil propiedades en plataformas digitales, que en promedio ofrecen 2.8 habitaciones cada una, y en cada cuarto se alojan, también en promedio 3.2 personas; así, con una ocupación de 80 por ciento, en la región habría 106 mil turistas adicionales en inmuebles sin permisos de protección civil, lo que puede propiciar casos como el de la familia estadunidense que murió intoxicada por una fuga de gas.