El filme de Diego Ros, al que no se le puede etiquetar
, se estrena mañana
cinta multigéneroque despierta el afán detectivesco del público
Jueves 29 de marzo de 2018, p. a11
La noche, la claustrofobia, un teléfono, una camioneta abandonada, una maqueta, un edificio en construcción, un encendedor y la soledad acompañan durante la noche/madrugada a los protagonistas del filme El vigilante.
En la historia, Salvador (encarnado por Leonardo Alonso) y Hugo (Ari Gallegos) son dos guardias de seguridad de una construcción en obra negra, donde a raíz de un crimen presenciado de manera fortuita por uno de ellos, se convierte en escenario de varios acontecimientos que desatan en el espectador un afán detectivesco que perdura hasta que la palabra aparece fin en el largometraje.
La cinta está dirigida por Diego Ros, quien explica: “No es una película de suspenso, es farsa; ésta es su alma. Mucha gente no la ve así, sino como thriller, drama, porque tiene los elementos de estos géneros”.
Ante la pregunta a Lilia Mendoza, quien protagoniza a Silvia, de en qué género ubicaría a El vigilante, responde: “Es multigénero. Realmente no la encasillaría en uno; pensaría en teatro por estos temas abiertos. Pero en cine es más abierto, tiene de todo: entre thriller y comedia de humor negro. De repente, melodrama y, precisamente lo que logra Diego, es más que un género. ¿Cómo la va a leer el espectador? Muchos dirían ‘esto es de terror, comedia’. Yo no le pondría etiqueta, porque está enriquecida de varias cosas”.
La cinta deja muchos cabos sueltos de manera intencional, con el propósito de que el espectador deduzca desenlaces de la historia
Diego Ros aclara: Esa es la idea de hacer algo, aparentemente, incompleto: que provoque una respuesta, no envolver la película con un moño y entregarla como regalo. Deliberadamente, hay varias razones para no hacerlo: dejar al público con cierta tarea
.
Quien completa la idea es Ari Gallegos: “Esa es la parte interesante que tiene el espectador: elegir e ir descubriendo cosas que no son expuestas por los personajes, porque entonces, evidenciaríamos la historia. Sería una película común, donde todo está tan evidente que se ya sabe lo que va a ocurrir. Aquí, no. Precisamente, el espectador va descubriendo cosas y tiene la posibilidad de elegir qué es lo que va a ocurrir… y no sucede”.
Se vale hacer pensar al espectador
, dice Leonardo. “Las pistas que el espectador va asimilando son para entender los vericuetos de la trama y también para descubrir el humor negro, como en la escena del encendedor extraviado, donde el personaje de Ari Gallegos dice con desparpajo: ‘Ya sé dónde está tu encendedor’, a pesar de la tensión que se vive en ese momento”.
El vigilante inicia su corrida comercial mañana en diferentes salas de Ciudad de México, en la cadena Cinemex.