Responde la perredista en Twitter a acusación del tricolor
Jueves 5 de abril de 2018, p. 32
La candidata de la coalición Por la CDMX al Frente, Alejandra Barrales, reprobó la decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de militarizar la frontera con México para contener el flujo de migrantes, e hizo un llamado a las ciudades santuario del vecino país a pronunciarse en contra de esa medida.
En la Ciudad de México migrar no es un delito; reprobamos una vez más las amenazas a los derechos humanos que Trump representa
, expresó la ex presidenta nacional del Partido de la Revolución Democrática en un comunicado de prensa.
Recordó que la capital mexicana es una ciudad santuario, es decir, amigable con los migrantes, por lo que existen disposiciones que establecen que ninguna persona puede ser perseguida o discriminada por su origen o estatus migratorio.
Agregó que se debe honrar esa condición y rechazar desde todos los ámbitos acciones contra ese sector de la población, por lo que confió en que los gobernadores de ciudades estadunidenses que tienen ese estatus rechacen ese llamado.
En el vecino país del norte se han declarado ciudades santuario a urbes como San Diego, Los Ángeles, Chicago, Houston y Nueva York.
Recordó que el 6 abril de 2017 se publicó el acuerdo en la Gaceta Oficial capitalina el acuerdo por el que declara a la capital del país como ciudad santuario, en el que se manifiesta que esta urbe se enriquece con el tránsito, destino y retorno de la migración nacional e internacional.
En los dos días recientes, Barrales, quien aspira a gobernar la capital del país con la coalición que forman el sol azteca y los partidos Acción Nacional y Movimiento Ciudadano, sólo ha tenido actividades privadas, sin realizar actos de campaña, los cuales se prevé reanudará hoy.
Donde sí estuvo activa fue en su cuenta de Twitter, que utilizó ayer para desmentir que sea propietaria de una casa en la colonia Marte, delegación Iztacalco, que, acusó el Partido Revolucionario Institucional, no incluyó en su declaración patrimonial. La perredista respondió que dicha propiedad la vendió en 2002.