Ceremonia 2018
Post David Byrne
n quinta ocasión, Ceremonia, uno de los festivales independientes con mejor selección de artistas de electrónica, hip hop y géneros afines, organizado por las productoras Sicario y 8106, llega con cada vez más experiencia, tras luchar en ediciones pasadas contra la naturaleza: tormentas y ventarrones lo han marcado, pero no lo han hecho caer; de los errores han aprendido, para fortalecerse y avanzar.
La tendencia musical del festival, usualmente de electrónica clara y directa, sigue este año otro tipo de vientos, arrojados por el furor apabullante en torno a ritmos afrocaribeños y urbanos
como son el hip hop, R&B, trap, dembow, reggaetón (ya hace tiempo los incluían, pero no de forma tan contundente), sin dejar del todo los beats digitales y las bandas de a guitarra, batería, bajo y teclados.
Siguiendo la línea alta, con cabezas de cartel previas como Björk, Underworld, James Blake, Snoop Dog, entre muchos otros, el festejo a ocurrir mañana sábado reúne figuras igual de fascinantes, tanto históricas como actuales: Beck, Arca, Soulwax, St Vincent, King Krule, Caribou, Four Tet, Kelela encabezan la lista, entre otras propuestas de calidad no tan conocidas, que usualmente llegan a integrar este cartel antes de cobrar mayor renombre. Otro rasgo a destacar, es que es uno de los festivales en México que incluye mayor cantidad de mujeres en su elenco, tanto nacional como internacional, además de tener una postura abierta a la diversidad (de hecho, presentando el boleto de Ceremonia, se obtiene 50 por ciento de descuento en la exposición LGBT+, identidad, amor y sexualidad, en el Museo Memoria y Tolerancia).
Así, con la frescura que les caracteriza, a lo largo de cuatro escenarios (uno de ellos, el Traición, con no sólo música sino performance, fotografía, ilustración), acá la guía para su mejor disfrute.
Imperdible. De Estados Unidos: la magia electro-rock-hip-hop del gran Beck (Hansen); la genialidad electrónica del venezolano-neoyorquino Arca; la guitarra alucinante de la cantautora St Vincent; el R&B electro-sensual de Kelela. De Dinamarca: el dueto de electro-rock explosivo Soulwax. De Inglaterra: el canto adolorido de King Krule; la indie-trónica flotante de Four Tet. De Canadá: la electrónica soñadora de Caribou.
Muy bueno. La indie-trónica-hip hop de Mura Masa (Inglaterra), el rap-trap radiante de Kinder Malo + Pimp Flaco (España), el hip-hop reggae-dub de Tommy Genesis (Canadá), el synth-wave de Cuco (EU), el electro-funk-cumbia villera de Tayhana (Argentina), el dancehall-samba de Linn Da Quebrada (Brasil), la electrónica vaporosa de Born in Flamez (Alemania), el R&B pop de Audri Nix (Puerto Rico). De México: el kraut/shoegaze de Mint Field, el trap norteño/alterado de Fntxy.
No tan mal. De EU: el rap-trap fiestero de Rae Sremmurd, el trap genérico de A.Chal, el hip hop / R&B de Berhana y Lophiile. De Noruega, el trap-pop de Cashmere Cat. De Colombia: el baile electro-caribeño de Bomba Estéreo, el reggaetón/dembow/rap de Perreo Pesado. De España, el trap-pop de C Tangana. De México: el R&B pop de Girl Ultra, el chill wave de Wet Baes, la electrónica sucia de Mexican Jihad.
Abril 7 en Foro Pegaso (Km 52.2 Carretera Toluca-Naucalpan, San Mateo Otzacatipan, Toluca de Lerdo), de las 14 horas a las 3 de la mañana; $1756 general, $2930 plus. Transporte $350 (venta hasta hoy a las 18 horas). Detalles, horarios.
El cuerpo cantor
El martes pasado, el legendario músico y artista multidisciplinario estadunidense David Byrne, ex líder de la influyente banda de post punk Talking Heads, ofreció uno de los más bellos y originales montajes que se hayan presentado en este país, como parte de su gira y nuevo disco, American Utopia. Como se advirtió en entrega pasada, con un escenario minimalista de cadenas colgantes alrededor, sin cables, pedestales ni amplificadores, acompañado por nueve extraordinarios músicos y coristas, todos móviles, Byrne dio un concierto fuera de lo convencional: una pieza escénica en donde la danza no sólo es acompañante sino que forma parte del discurso. El movimiento y no sólo la música, transmitiendo emociones. A modo de obra teatral contemporánea, la escenografía estuvo integrada por los cambios de luces y por objetos breves que entraban y salían contando una historia de inicio a fin, sin repetirse. En hora y media de canto y coreografía, con ocho canciones de los Talking…, siete del nuevo álbum, entre otras (setlist), relató a través del cuerpo y los sonidos (con un audio impecable), historias de crítica social, amor, dolor y esperanza. Toda una experiencia vital, gozosa, entrañable, danzarina, desde la mente creativa de un artista de culto, sin edad ni moda, más que vigente (más conciertos).
Twitter: patipenaloza