Contrario a su ofrecimiento público de que no aceptaría los 7 millones de pesos que le corresponden por prerrogativas por su candidatura presidencial independiente, Margarita Zavala recibió hace unos días la primera partida, correspondiente a abril, que le depositó la Dirección Ejecutiva de Prerrogativas y Partidos Políticos del Instituto Nacional Electoral (INE).

Si bien durante el discurso que pronunció el pasado domingo 11 de marzo, en la explanada del INE, anunció que declinaba al financiamiento público, y a pesar de que en forma recurrente ha cuestionado la dependencia de los partidos de recursos del erario, nunca remitió un oficio al instituto en el que formalizara esa decisión, por lo cual la dirección ya depositó los recursos correspondientes.

Por otro lado, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) consideró infundado el recurso de Zavala contra la asignación de mensajes en radio y televisión aprobado por el comité del ramo. Entre los argumentos, destaca que no se percibe violación a la equidad de la contienda, porque la determinación está fundada en la legislación.

El pasado 28 de marzo, en sesión de Consejo General del INE, se determinó que el máximo financiamiento privado para candidatos independientes se restringía a 10 por ciento del tope de gastos de la campaña presidencial, de 429 millones de pesos, por lo cual Zavala sólo podrá captar 42.9 millones.

Sin embargo, promovió un recurso ante el TEPJF para que, conforme a un precedente en la elección para gobernador de Nuevo León –donde se autorizó que la captación de recursos privados para un candidato independiente era equiparable al tope de gastos de la campaña de gobernador para garantizar la equidad–, no le era aplicable la preponderancia de los recursos públicos sobre los privados.

En este lapso se conoció que durante la etapa de recolección de firmas recibió 5 millones de pesos aportados por la familia Baillères, la cual fue beneficiaria de concesiones de minas durante el sexenio de Felipe Calderón, esposo de Zavala.