Lima.

Los representantes de Argentina y Colombia en la octava Cumbre de las Américas, que se realizó en la capital peruana, aseguraron ayer que sus países no reconocerán los resultados de las próximas elecciones presidenciales en Venezuela –20 de mayo– y criticaron la crisis humanitaria y política en el país petrolero.

El presidente de Bolivia, Evo Morales, fue uno de los pocos defensores del gobierno de Venezuela. Lamentó la ausencia de su homólogo Nicolás Maduro en la cumbre, donde abundaron las críticas contra Caracas.

El vicepresidente estadunidense, Mike Pence, aseguró que su país no descansará hasta que se restablezca la democracia en Venezuela y el pueblo venezolano recupere su derecho a la libertad. Abogó por más sanciones y presión diplomática para aislar al gobierno de Maduro, quien desde Caracas calificó la cumbre de fracaso total.

Venezuela fue objeto de condena y preocupación de buena parte de los participantes, los cuales exigieron a Maduro que permita el ingreso de ayuda humanitaria para paliar la crisis alimentaria y de medicamentos.

Los mandatarios de Argentina, Chile y Colombia, naciones que están entre las más afectadas por el éxodo de venezolanos debido a la crisis, pidieron no reconocer las presidenciales convocadas en Venezuela. Argumentaron que el gobierno chavista prohibió la participación de algunos partidos opositores en la contienda y aún tiene presos políticos.

Morales y la delegación cubana alzaron la voz en favor de Venezuela. La Paz condenó las sanciones de Washington contra Caracas y las reiteradas amenazas de una invasión militar. Criticó a la Organización de Estados Americanos (OEA).

La OEA tiene que definirse: o es una organización de integración, o es un instrumento de exclusión; o respeta la soberanía de los pueblos, o es títere neocolonial, señaló Morales.

En el discurso ofrecido por el canciller cubano Bruno Rodríguez en la cumbre, Cuba reafirmó su decisión de defender su soberanía e independencia frente a las presiones de Estados Unidos.