Alfonso Durazo, propuesta de Andrés Manuel López Obrador para ser secretario de Seguridad Pública en caso de ganar la Presidencia, afirmó que el señalamiento de que compró una propiedad de lujo al hijo del narcotraficante fallecido Amado Carrillo es guerra sucia del gobierno de Sonora, encabezado por la priísta Claudia Pavlovich, el cual, ha dicho, ocupa el primer lugar en corrupción, con base en datos del Inegi.

Explicó en redes sociales que la compraventa fue realizada ante no­tario público, con recursos legítimos, mediante che­que certificado a nombre de Ga­briel Mendoza Gutiérrez y reportada al Servicio de Administración Tributaria y a la Secretaría de Hacienda estatal en tiempo y forma.

Expuso que Humberto Robles Pompa El Buitre, primo de Miguel Pompa Corella, secretario de Gobierno, quien fue director del Registro Público de la Propiedad, alardeó que tenía información que afectaría mi carrera política.

Los ataques, apuntó, “son resultado de una acción emprendida desde alguno de los tres grupos políticos que gobiernan Sonora. La narrativa del gobierno del estado es que soy narco y despojador, luego matón y ahora me encuentro en tratos con el narcotráfico”.

Estos actos, añadió, “tienen un tufo a Pavlovich, [Manlio Fabio] Beltrones y Ricardo Mazón, quienes no obstante su fachada respetable tienen el agua del drenaje hasta el cuello. Particularmente los últimos dos son dueños de litorales enteros y van por la vida como hombres respetables.

“El ataque que me dirigen –insistió– quieren fundarlo en un inmueble propiedad en alguna etapa de Amado Carrillo Barragán, hijo supuestamente del famoso narcotraficante Amado Carrillo, fallecido 20 años antes de esta operación” que se dio en 2012.

Quieren concluir malintencionadamente que participo en actividades ligadas al crimen organizado. Si hubiese irregularidad, ¿por qué el gobierno federal no ha realizado las tareas que le corresponden en materia de fiscalización y control de bienes delictivos?, se preguntó.

El también candidato al Senado por Juntos Haremos Historia aseguró que no se ha robado un solo clavo ni he hecho un solo negocio al amparo de mis responsabilidades públicas. Jamás. Ahora, si hubiese alguna irregularidad en la compraventa en que participé, pues que proceda la autoridad contra quien resulte responsable.

Tengo muchos defectos, sostuvo, pero no he ido por la vida pública haciendo negocios, metiendo la mano en el cajón ni asaltando gente. No tengo cola que me pisen ni quién me jale las orejas.

Insistió que no hay nada ilegal ni turbio en esta operación que se realizó ante el notario público número 4 de Hermosillo, Miguel Ángel Murillo, actualmente contralor del gobierno de Sonora. No soy ingenuo políticamente, sé cómo hace política en Sonora el grupo en el poder; estoy tratando con gánsters, afirmó.