Con el propósito de evitar que más de 2.3 millones de personas que se dedican al trabajo doméstico remunerado se queden sin posibilidad de ejercer sus garantías fundamentales, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) subrayó la importancia de que se ratifique el Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

La CNDH expresó una vez más su preocupación por la tardanza del Estado mexicano para ratificar ese precepto laboral internacional –pendiente desde el 31 de marzo de 2014– por las condiciones de precariedad que enfrentan los trabajadores del hogar, especialmente porque se está a días de que concluya la LXIII Legislatura.

Ayer por la tarde llamó a impulsar acciones para mejorar las condiciones de trabajo y vida, y se brinden oportunidades de desarrollo para mujeres, hombres, niñas y niños que realizan dicha labor.

El trabajo doméstico remunerado es realizado básicamente por mujeres, 95 de cada 100 empleados de esa actividad pertenecen a ese sector y de ellas 85.8 por ciento efetúan tareas de limpieza en hogares particulares, 8.2 son cuidadoras de personas y 5 puntos porcentuales son lavanderas y/o planchadoras. Los trabajadores domésticos son más de 121 mil, 49.3 por ciento se dedica a labores de limpieza y 45.4 son choferes en casas particulares.