Martes 24 de abril de 2018, p. 2
Washington.
Un veterano que perdió sus genitales en una explosión en Afganistán recibió el trasplante de pene más caro del mundo. El paciente se recupera bien y se espera que sea dado de alta esta semana, informaron los médicos.
Para subsanar la lesión de guerra, los cirujanos de la Universidad John Hopkins reconstruyeron toda la zona pélvica del hombre: trasplante de pene, de escroto y de parte de la pared abdominal de un donante fallecido, en una operación experimental que duró 14 horas.
Dichos trasplantes pueden ayudar a los soldados con genitales faltantes, de la misma forma en que el trasplante de una mano o brazo transforma las vidas de los amputados
, afirmaron el lunes a la prensa Andrew Lee, presidente de cirugía plástica y reconstructiva en Hopkins.
Se espera que el paciente, quien pidió no ser identificado, recupere su función urinaria y, con el tiempo, la sexual.
El trasplante del escroto no incluyó los testículos del donante, lo que descarta la reproducción. Simplemente sentimos que había demasiadas interrogantes éticas sin respuesta
con ese paso adicional, explicó Damon Cooney.
Se han reportado otros tres trasplantes de pene exitosos, dos en Sudáfrica y uno en el Hospital General de Massachusetts en 2016, pero sólo incluían el pene, no el tejido circundante que hizo este trasplante más complejo.
La pérdida del pene, ya sea por cáncer, accidente o lesión de guerra, es emocionalmente traumática, afecta la micción, la intimidad sexual y la capacidad de procrear. Muchos pacientes sufren en silencio por el estigma que en ocasiones conllevan sus lesiones.
Los médicos a veces reconstruyen la forma del pene con la piel del paciente, con frecuencia para atender anormalidades congénitas o durante cirugía de reasignación de sexo. Eso significa utilizar implantes para lograr la erección.
Para un trasplante funcional de pene, los cirujanos deben conectar pequeños nervios y vasos sanguíneos. Los candidatos se enfrentan a riesgos graves, incluido el rechazo del tejido y efectos secundarios por los inmunodepresores que deben tomar el resto de la vida.
Estos trasplantes han despertado interés entre los veteranos de Irak y Afganistán. El Archivo de Traumatología del Departamento de Defensa ha registrado mil 367 hombres en servicio que sobrevivieron con lesiones genitourinarias entre 2001 y 2013, aunque no es claro cuántas víctimas han perdido todo el pene o parte de éste.