Concluida la negociación para modernizar el Tratado de Libre Comercio entre la Unión Europea y México (TLCUEM), y listo el dictamen del Senado para aprobar el Acuerdo Integral y Progresista de Asociación Transpacífica (CPTPP, también conocido como TPP-11), el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, voló nuevamente a Washington para seguir con las pláticas sobre el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), las cuales se pretende concluir en la primera semana de mayo próximo.

Es el tercer viaje en este mes que el funcionario realiza al país vecino, donde los equipos negociadores de México, Estados Unidos y Canadá trabajan de manera permanente para alcanzar el llamado acuerdo en principio sobre el TLCAN.

Guajardo se trasladó desde Hannover, Alemania, luego de participar en la feria industrial que se realiza ahí, donde habló sobre las dificultades en la renegociación del TLCAN, que van desde el déficit comercial del que se queja Estados Unidos hasta la disrupción que ocasionan el ritmo vertiginoso de la tecnología y la innovación en la economía y la política, según la agencia Notimex.

En la capital del país, la Convergencia de organizaciones sociales y ciudadanas México mejor sin TLC’s, conformada por 200 agrupaciones sindicales, campesinas, sociales, de derechos humanos y académicos, alertó que si el Senado aprueba el CPTPP violará los artículos 133 y 93 de la Constitución, la ley sobre la aprobación de tratados internacionales en materia económica, su propia normatividad y acuerdos internos e incluso observaciones de la Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU, porque ni siquiera ha efectuado audiencias públicas con los sectores involucrados.

Los senadores, indicaron, proyectan aprobar el CPTPP en menos de un mes, pues apenas recibieron el documento el 12 de abril. El día 18 tenían listo el dictamen y pretenden aprobarlo antes de que concluya el periodo de sesiones, quizá hoy, para evitar el cambio de gobierno y la nueva composición del Congreso tras las elecciones.

No entendemos la urgencia extrema por aprobarlo, porque no se está realizando un consulta con sindicatos, organizaciones empresariales y agrupaciones sociales, indicó Alberto Arroyo, uno de los representantes de Convergencia. Lo peor es que quieran hacer lo mismo con el TLCUEM y el TLCAN, agregó.

Convergencia solicitó la intervención de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos por las advertencias de la ONU sobre probables violaciones del CPTPP a garantías laborales, ambientales, de salud y de pueblos indígenas, que el gobierno federal no ha respondido.

A su vez, dirigentes de las cámaras de la Industria Textil (Canaintex), Nacional de la Industria del Calzado (Canaical), Nacional de la Industria del Vestido (Canaive) y de la Industria del Calzado de Guanajuato (CICEG) también denunciaron que el Senado no ha efectuado una consulta técnica sobre la firma del CPTPP.

Advirtieron de la pérdida de 350 mil empleos, casi la mitad de los 750 mil que existen en dichos sectores, de no cumplirse los compromisos de luchar contra el tráfico ilícito de mercancías provenientes de Asia, y exigieron que el Senado y las secretarías de Economía y de Hacienda cumplan los acuerdos establecidos para mitigar el impacto negativo que tendrá el nuevo convenio.

José Cohen Sitton, presidente de la Canaintex, aclaró que dichas industrias no están contra del CPTPP, sino en favor de que se cumplan los acuerdos para competir en un piso parejo con los otros países.

TLCUEM: restricción a importaciones de lácteos

En tanto, sobre el TLCUEM, la Cámara Nacional de Industriales de la Leche (Canilec) aseveró que México logró acotar la total apertura en la importación de lácteos que demandaba la Unión Europea.

Se estableció un cupo libre de arancel de sólo 6 mil toneladas anuales, que subirá paulatinamente hasta llegar a 20 mil, y para la leche en polvo será de 30 mil toneladas al año para crecer hasta 50 mil en cinco años, lo que representa 16 y 15 por ciento de importaciones de ambos productos que realiza México.

Además, los productores mexicanos de queso podrán utilizar libremente los nombres manchego, parmesano, gruyere, gouda, edam, emmental, provolone, brie, camembert y mozzarela, indicaciones geográficas que, aunque protegen a los quesos originarios de varios países europeos, ya se han popularizado en México.

La cámara aclaró que reconoce y respeta dichas indicaciones geográficas, y no se opondrá a que los nombres de otros 47 quesos que no son comunes aquí, sobre los que no hay derechos adquiridos, se otorguen en exclusividad a la Unión Europea.