El juez de distrito John D. Bates, de Washington, propinó este martes el más duro revés contra los intentos de la administración de Donald Trump de poner fin a la protección contra la deportación de inmigrantes jóvenes conocidos como dreamers, y ordenó mantener el programa de Acción Diferida para los llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés) y que se acepten nuevas solicitudes de quienes puedan recibir los beneficios de esta iniciativa implementada por el gobierno del presidente Barack Obama (2009-2017).

Bates dictaminó que la decisión del gobierno de poner fin al DACA es arbitraria, pues el gobierno no ha explicado cómo pondrá fin al programa y ello está fuera de la ley.

El juez concedió al Departamento de Seguridad Nacional un plazo de 90 días para justificar su decisión de rescindir el programa.

Si la argumentación presentada no es satisfactoria, sostuvo Bates, la dependencia debe aceptar nuevas solicitudes de dreamers que quieran integrarse al programa.

Bates es el tercer juez que se opone a la decisión de Trump de rescindir el DACA, programa que otorga permisos de trabajo y protege de la la deportación a unos 690 mil jóvenes indocumentados.