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Alentará la denuncia y es evidencia de que la fama ya no es garantía de impunidad, dicen

Caso de Bill Cosby, hito del movimiento #MeToo: activistas

Antes de su irrupción, las víctimas eran calumniadas y no se les creía, apunta abogada

Llegó para quedarse, aquí y en el mundo, sostiene defensora de algunas acusadoras del actor

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La actriz Nicolle Rochelle, quien actuó en varios capítulos de The Cosby Show, fue detenida durante el arribo del actor a una cita judicial en la corte de Norristown, Pennsylvania, el pasado 9 de abrilFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Sábado 28 de abril de 2018, p. 4

Nueva York.

Activistas de la lucha contra las violaciones y el acoso sexual dicen que el fallo de culpabilidad de Bill Cosby dará impulso al movimiento #MeToo y alentará a muchas víctimas que dudan buscar justicia.

Hay que tener mucho valor para hacerlo, pero esto alentará a otras mujeres que ven que tener abogados buenos y ser una celebridad ya no garantiza nada, manifestó Debra Katz, abogada de Washington especializada en acoso sexual.

Cosby, actor de enorme popularidad, fue hallado culpable el jueves de drogar y abusar sexualmente de Andrea Constand, empleada de la Temple University, cuando estaban en su casa de Filadelfia en 2004. Cosby sostuvo que la relación fue consensual y sus abogados acusaron a Constand de ser mentirosa y timadora, y de que le tendió una trampa para hacerse rica.

Este fue el segundo juicio de Cosby por abusos sexuales. El primero se suspendió porque los jurados no se ponían de acuerdo. Pero esto fue hace 10 meses, antes de que el movimiento #MeToo cobrara fuerza en el mundo.

Desde entonces, denuncias de abusos sexuales voltearon a figuras influyentes del mundo del espectáculo, la política, la prensa y otros ámbitos. Pero Cosby es la primera celebridad declarada culpable en un juicio desde la explosión de #MeToo.

Antes de la irrupción de dicho movimiento, las mujeres que denunciaban violaciones y hostigamiento sexual eran calumniadas y no se les creía, en una actitud reflejo, sobre todo si acusaban a celebridades y personajes influyentes, según Katz.

Como consecuencia del valor de millones de mujeres que dieron la cara... nuestra sociedad ha cambiado, expresó. Todos aceptan que esto se acabó.

Sandra Park, abogada del Proyecto sobre los Derechos de las Mujeres de la Unión de Libertades Civiles dijo que el movimiento #MeToo ayudó a educar al público acerca de lo común que es el abuso sexual y de los factores que hacen que algunas víctimas no denuncien por mucho tiempo.

La táctica de hacer quedar a la víctima como la mala de la película tradicionalmente funcionó y se procesaba sólo el caso perfecto, que era denunciado de inmediato, señaló Park. “#MeToo demostró que hay muchos casos de abuso sexual que no son tan lineales”.

Constandt dijo que Cosby le dio tres pastillas azules que la adormecieron, a las que él describió como tus amigas, y puso sus dedos en su vagina mientras ella estaba inmovilizada, incapaz de ofrecer resistencia.

Si bien sólo el caso de Constandt fue llevado a juicio, hay más de 60 mujeres que acusaron a Cosby de drogarlas y de abusar de ellas a lo largo de cinco décadas.

Una de las grandes lecciones que aprendimos en los seis meses pasados es que la gente que admiramos, que creemos conocer bien, también puede hacer cosas malas, sostuvo Fatima Goss-Graves, presidenta del Centro Nacional de Leyes sobre la Mujer.

La abogada Gloria Allred, quien representó a algunas de las mujeres que acusaron a Cosby, dijo que el movimiento #MeToo llegó para quedarse, aquí y en el mundo.

Algunas mujeres reaccionaron extasiadas al escuchar el veredicto. Hice mi baile de la felicidad, comentó Danielle Campoamor, escritora y editora de Nueva York que dice haber sido violada por un compañero de trabajo hace cinco años.

Agregó que tuvo que esperar un año para que se procesara la evidencia recogida en su caso y que se le dijo que no había suficientes pruebas como para acusar a su victimario.

Por ello, cuando un hombre poderoso como Bill Cosby debe responder por el trauma que causó a sus víctimas, me da esperanza, escribió Campoamor. “Pero no podemos decir ‘misión cumplida’. Queda mucho por hacer y debemos hacerlo hasta que estos fallos de culpabilidad sean la regla no la excepción”.