El país se quedó sin estado de derecho desde 2000, señalan
Domingo 6 de mayo de 2018, p. 10
Mexicali, BC.
Los mexicanos están cada vez más conscientes de que las muertes atribuidas al crimen organizado puede afectarlos a pesar de ser ajenos a esta actividad, sostuvo Rafael Fernández de Castro, director del Centro de Estudios Mex-USA de la Universidad de California en San Diego.
Fernández de Castro explicó que el cambio de percepción se debe a la acumulación de violencia, toda vez que las cifras de homicidios en México rebasan 200 mil en una década, cantidad superior a las generadas por las dictaduras latinoamericanas de los años 60 y 70.
En México, detalló, la tasa de homicidios es de casi 24 por cada 100 mil habitantes, lo que posiciona al país entre los 10 más violentos de Latinoamérica. La inseguridad es el mayor obstáculo que deben enfrentar los gobiernos para lograr el desarrollo y bienestar de los ciudadanos.
Lo anterior lo expresó en el foro Seguridad Fronteriza y Combate al Crimen Transnacional, organizado por la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) dentro de la jornada de actividades académicas, previas al segundo debate presidencial que se realizará en el campus universitario el 20 de mayo próximo.
Bruce Bagley, profesor de la Universidad de Miami, mencionó que hay diversos factores que explican la inseguridad en México, como es la alta demanda a escala internacional de narcóticos, y advirtió la necesidad de que la población exija a las instancias gubernamentales que sean funcionales y enfrenten estas problemáticas como se debe.
Aunque Estados Unidos es el mercado más grande del mundo, pues genera 150 mil millones de dólares anuales, se está extendiendo el consumo en otros países, y esto origina atracción para las organizaciones ilegales dedicadas al narcotráfico en México
, destacó.
Otro de los puntos, dijo Bagley, es que la guerra que inició Estados Unidos hace 40 años contra el narcotráfico, principalmente en Colombia, presionó la movilidad del crimen organizado hacia México alrededor del año 2000, justo en un momento de transición de gobierno, lo que representó un cambio político que no estaba consolidado en términos de justicia, reformas policiales, entre otros.
Estos aspectos fragmentaron a los grupos de narcotraficantes, volviéndolos difíciles de detectar, a la par de la diversificación de sus actividades, que incluyeron lavado de dinero, trata de personas y extorsión.
En tanto, el investigador de la Universidad de Guadalajara, Jorge Chabat, expresó que México se mantiene sin estado de derecho desde que ocurrió la transición democrática del gobierno panista al príista.
Durante esa transición, el crimen organizado se fortaleció al debilitarse los pactos gubernamentales. Aunque el principal pro-blema fue que se dio una transición democrática sin estado de derecho, situación que continúa.
Entre las propuestas que presentó para detener la violencia fue trabajar en el tejido social, contar con un gobierno que cumpla con sus funciones en apego a la ley, así como soluciones de mercado con el narco, lo que significa eliminar la prohibición y ponderó la importancia de que Estados Unidos colabore con México en el tema de la seguridad por tratarse de un problema binacional.