La radiación solar puede causar graves daños a la piel, por lo que es recomendable utilizar protectores solares aún en las ciudades y en la vida cotidiana y no reservarlos sólo para ir a la playa, de acuerdo con especialistas de la Dirección de Atención a la Salud de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Muy pocas veces somos conscientes del daño que los rayos solares causan sobre la piel. Y es que si bien sus efectos no son visibles inmediatamente, el daño se acumula con el paso del tiempo, según información de la UNAM.

Exponernos al sol sin protección mientras hacemos una actividad al aire libre, caminamos para llegar a nuestro destino o esperamos el camión puede traernos consecuencias a futuro como sufrir cáncer de piel.

Para proteger la piel, los especialistas universitarios recomiendan emplear a diario algún filtro solar, no importa si está nublado, pues aun así es necesario proteger a la piel de la radiación.

Evitar la exposición directa al sol, especialmente entre las 10 de la mañana a las cuatro de la tarde, ya que es cuando los rayos ultravioletas son más intensos.

Usar ropa que cubra grandes áreas de piel, y accesorios como gorras, gafas, sombreros de ala ancha, entre otros.

No utilizar lámparas de sol ni camas para bronceado. Pasar de 15 a 20 minutos en un salón de bronceado es tan peligroso como pasar un día al sol.

La Dirección de Atención a la Salud indica que sin importar cuál sea el color la la piel, todos somos vulnerables a los efectos nocivos de la radiación solar.