Se adelantaría en impulsar la enseñanza de cuatro idiomas en el nivel básico
intervenciones decisivasen la educación
Miércoles 9 de mayo de 2018, p. 13
Ricardo Anaya Cortés, candidato presidencial de la coalición Por México al Frente, bromeó en torno a la política de evaluación educativa del gobierno, tras un comentario que le hizo su consejero en materia educativa, Juan Carlos Romero Hicks: el reto es evitar el síndrome del zopilote estreñido, es el que planea y pero no obra
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En el foro 10 por la Educación dijo que con la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) aplicaría intervenciones decisivas
y, por vez primera, aduciendo que en caso de ser ganador de las elecciones (siempre había asegurado que ganaría de forma contundente el primero de julio), se adelantaría en impulsar la enseñanza de cuatro idiomas en las escuelas de nivel básico. La promesa del inglés en esos centros de estudio es vigente desde su correligionario, Vicente Fox Quesada, y no se cumplió.
El queretano concentró su campaña en la capital del país. Primero atendió su conferencia de prensa matutina, después acudió al centro de la capital al foro sobre paz y justicia.
Ahí se pronunció por una comisión de la verdad creada por el Congreso, y el acompañamiento internacional con un doble objetivo. Que quede claro que no es un asunto de venganzas políticas. Y que ni haya impunidad. Es decir, que nos autoimpongamos una vigilancia que nos obligue a ir hasta las últimas consecuencias
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Después, en un hotel de la zona de Polanco, se refirió a la política educativa en su vertiente de evaluación, y llevó a colación un dicho de su asesor Romero Hicks (ex gobernador y ex rector de la Universidad de Guanajuato, en tiempos de Vicente Fox) “Déjenme decirlo en términos mucho más coloquiales, perdón que te voy a citar Juan Carlos, en esta metáfora que me dijo hace ratito.
Decía él que el reto es evitar el síndrome del zopilote estreñido, el que planea pero no obra, entonces, lo que necesitamos es que haya evaluación, para que a partir de ella podamos planear la mejora, pero sobre todo que esa mejora, la podamos implementar, y la única manera es, que el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) y las áreas técnicas de la Secretaría de Educación Pública (SEP) verdaderamente se hablen, para que, aquello que se está diseñando, realmente se convierta en política pública de mejora.
Entonces se le inquirió con mensaje:
–De llegar a la Presidencia de la República, ¿convocaría al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, a la Coordinadora y a la sección 22 a un diálogo para impulsar la educación de calidad, para reconstruir una relación fracturada, fragmentada?
–Creo que es un problema mucho más complejo que el de una simple convocatoria. Por supuesto que mi respuesta de inicio es que sí, pero necesitamos entender que hay ahí un reto de orden monumental. Y sí tenemos un reto enorme con esta organización, por supuesto que yo estaría dispuesto a dialogar, claro que se requiere que haya disposición de ambas partes y, sobre todo, que haya ánimo de realmente construir. Aquí lo fundamental es entender, como principio, el derecho superior de las niñas y de los niños a una educación de calidad.
El moderador contratado para la ocasión –Leonardo Kourchenko– apuntó sus baterías de nuevo: ¿Ese sería el mensaje a todo ese sector del magisterio, rebelde a la reforma que rechaza las propuestas de cambio y de avance?
El mensaje es que se debe respetar el derecho superior de las niñas y de los niños, que nadie debe ser obstáculo para que reciban una educación de calidad, que el mejor camino para resolver un problema es el diálogo y la conciliación, pero que, por supuesto, el Estado está obligado a ejecutar y a lograr que las cosa sucedan.