Opinión
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AGENDA JUDICIAL
Las fotomultas y su razón
C

uando se implementaron las fotomultas, se argumentó que servirían para mejorar la vialidad citadina, se evitarían accidentes y muertes por atropellamiento. A muchos meses de su implementación y después de millones de pesos cobrados, puede verse que los efectos de la medida han servido para muchos propósitos pero, sin duda, la educación vial no es uno.

Las leyes están elaboradas con un fin específico, se diga o no en la exposición de motivos o en las comparecencias de legisladores durante su elaboración. Eso, cuando hay legisladores o suplentes (además del faltismo regular, en tiempos electorales, la desbandada de titulares es enorme).

En el caso de las fotomultas, los automovilistas han modificado su manejo, pero para mal. Los semáforos dejaron de ser referente y en los cruces, incluso con semáforo, el conductor se fija solamente en la existencia de la cámara de fotomulta. Ya no importa la luz roja: si puede, pasará. Al fin que no me van a cobrar nada. El conductor regular está más atento a los letreros de las cámaras que a la presencia de policías. Y es que éstos han perdido presencia y autoridad, al menos en el control de la vialidad. Ahora van a la segura: se esconden en espera del infractor que desconoce la vuelta indebida (por falta de señalamiento); esperan con reloj en mano que se venzan los boletos para estacionarse en la calle, etc.

Entonces, la permanencia de las fotomultas evidencia que los motivos argumentados para su instauración son otros: éstas y los parquímetros sirven exclusivamente para recaudar, no para educar. Ni han modificado para bien el tráfico, ni han disminuido la contaminación. Y los mecanismos de defensa están pensados para que el conductor regular prefiera pagar la multa que perder días y dinero en un juicio o en un amparo. Es una simulación más. Lo peor de esta medida, al final, es que ha servido para demeritar la salud de los residentes e inmigrantes laborales: las contingencias no han bajado; el residente pagará más multas y, además, pagará servicios de salud. Asimismo, entre más tiempo duren los traslados, habrá mayor consumo de gasolina.

En tiempos de promesas electorales, suele olvidarse qué partidos en los órganos legislativos se encargaron de aprobar, mantener y ahora aumentar las multas. Quienes estamos hartos de circular a 50 k/h en vialidades sin semáforos para llegar tarde por la falta de planeación vial, o de pagar multas abusivas por fotografías fuera de contexto (el coche queda en la zona peatonal debido a la falta de circulación, no por propia decisión, por ejemplo) o de hacer recorridos largos para sacar el coche del depósito, deberíamos revisar qué partidos crearon y mantienen estas medidas de control y mejoramiento de la vialidad, sólo explicables como fuente de ingresos para las empresas que operan dichas cámaras, para el gobierno local, pues han demostrado su nula utilidad en la movilidad vehicular o en la seguridad de los peatones.