Berlín.

Esta vez no hubo milagro. Hamburgo descendió por primera vez de la Bundesliga pese a que venció 2-1 al Borussia Moen- chengladbach, un golpe que dolió tanto entre la afición al grado de que se desataron caóticas escenas en su estadio

Después de haberse salvado de manera agónica en 2014, 2015 y 2017, el club alemán deberá ahora reiniciar el reloj para empezar a contar los días que restan para retornar a Primera División.

El Hamburgo SV, campeón de Europa en 1983, no tenía el destino en sus manos. Los goles de Aaron Hunt (11, de penal) y Lewis Holtby (63) sirvieron para imponerse al Borussia Moenchengladbach, un triunfo estéril ya que el Wolfsburgo ganó 4-1 al también descendido Colonia.

El partido en el Volksparkstadion tuvo que interrumpirse durante unos minutos en el descuento de la segunda parte, cuando llegó la noticia del triunfo del Wolfsburgo que enviaba a segunda al Hamburgo.

El caos y la impotencia se adueño de las gradas, un grupo de seguidores lanzaron bengalas que provocaron una densa humareda y fuego.

Con un impresionante despliegue policial en el césped para evitar una posible invasión de campo, el silbante Felix Brych reanudó el encuentro durante unos segundos, que sirvieron para que los miles de aficionados despidieran al club con aplausos, al tiempo que la frase Volveremos, rezaba desafiante en la gran pantalla del estadio.

Los últimos años vivimos muchos milagros, pero no siempre puede haber milagros, lamentó el mítico jugador y ex presidente del club, Uwe Seeler.

El equipo y casi todos los hinchas se despidieron de forma muy digna. Hubiéramos querido terminar de jugar y poder compartir esta tristeza con la afición, dijo el técnico Christian Titz.

El emblemático reloj ubicado en el recinto Voksparkstadion que marcaba el tiempo que llevaba el Hamburgo en la máxima categoría del futbol mundial se paró en 54 años, 261 días, 36 minutos y 21 segundos.

Había sido el único club sin descender desde la fundación de la Bundesliga en 1963, tiempo en el que levantó tres trofeos de liga en 1979, 1982 y 1983, tres Copas Alemanas, la Recopa europea en 1983 y la Copa de Europa en 1983.

En Grecia también se desataron tumultos, luego de que aficionados se enfrentaron en las calles de Atenas previo a la final de la Copa, donde se impuso el PAOK 0-2 al AEK.

Los incidentes se iniciaron en la madrugada en los alrededores de las oficinas de un club de fans del PAOK y provocaron la interrupción del tráfico en varias calles. Grupos de enmascarados lanzaron piedras, cócteles molotov y bengalas a los antidisturbios que contestaron con granadas aturdidoras y gases lacrimógenos. Además construyeron barricadas con contenedores de basura a los que prendieron fuego.