Peligran empleos y la soberanía alimentaria, advierten
Domingo 13 de mayo de 2018, p. 17
El incremento en el precio de los combustibles a partir de la aplicación de la reforma energética ha puesto en serias dificultades
a la industria pesquera nacional, pues el precio del diésel utilizado en las embarcaciones –que representa 60 por ciento de sus costos promedio– casi se duplicó en un año, de acuerdo con datos del sector.
La industria no tiene condiciones para competir
, dijo en entrevista Humberto Becerra Batista, presidente de la Cámara Nacional de las Industrias Pesquera y Acuícola (Canainpesca).
Cifras de Petróleos Mexicanos (Pemex), señalan que hasta 2016, último año en el que el gobierno fijó el precio, el litro de diésel promedió 14.63 pesos; sin embargo, actualmente el precio del combustible es de 18.91 pesos por litro a escala nacional, según cifras de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), un incremento de 4.28 pesos, es decir, 29 por ciento.
Sin embargo, el dirigente asegura que, de acuerdo con cifras de la industria, en algunas regiones del país, en 2016 el precio al público era de 13.50 pesos, pero luego de los apoyos que se reciben del gobierno, el precio quedaba en 8.50 pesos; ahora el precio ronda los 20 pesos y luego de los subsidios queda en 16 pesos, un incremento de 88 por ciento.
El dirigente aseguró que el precio pagado actualmente en México es superior al que enfrentan competidores directos en Estados Unidos o Ecuador.
Si bien reconoció que el sector pesquero creció 19 por ciento entre 2015 y 2016, la tasa más alta del sector agroalimentario, a partir del encarecimiento de los combustibles ha habido un debilitamiento en la actividad, pues para muchos productores no resulta rentable.
De acuerdo con el dirigente, en el caso de la pesca de camarón, el precio que se debe pagar por el combustible representa hasta 70 por ciento de los costos de los pescadores; 40 por ciento en el caso de la almeja y 45 por ciento en el caso de la industria sardinera.
Detalla que ante la situación, el año pasado el periodo de pesca se redujo de seis meses que dura tradicionalmente a sólo tres, por lo cual calcula se habrán perdido entre 30 y 40 por ciento de los 300 mil empleos directos que genera, es decir entre 90 y 120 mil plazas.
Becerra, quien proviene de una familia de pescadores, asegura que la disminución en la actividad no sólo tiene un impacto en materia económica y de generación de empleos, sino que también puede poner el riesgo la soberanía alimentaria de México.
Datos de la Canainpesca señalan que actualmente el país consume alrededor de 2 millones 250 mil toneladas anuales de pescados y mariscos, de los cuales un millón 750 mil (78 por ciento) son producidos aquí y el resto, 500 mil toneladas son importadas del extranjero, principalmente de China, Vietnam y una parte menor de Estados Unidos.
Agrega que el consumo per cápita de pescado en México subió 40 por ciento en los pasados seis años, de 8.9 a 12.6 kilos por persona al año de 2012 a la fecha, aunque seguimos estando muy por debajo del promedio mundial que es de 20 kilos.
El presidente de la Canainpesca aseguró que, de acuerdo con cifras del Inegi, la actividad pesquera genera 900 mil empleos indirectos en los 262 municipios costeros del país, por lo que demandó que el próximo gobierno, cualquiera que sea el ganador, coloque a la pesca como un sector estratégico.
No entiendo cómo siendo una potencia pesquera estemos comiendo productos de China
, señaló el empresario.