Desde el año pasado, el gobierno mexicano alertó de la necesidad de contar con una agencia de ciberseguridad nacional para coordinar acciones ante el aumento de ataques por Internet.

En un documento, reconoce que no había una estrategia para combatir los hackeos, que han ido en aumento a la par que crece el número de usuarios de la web.

Si bien es cierto que no se contaba con una estrategia, durante la presente administración se impulsaron acciones del gobierno de la República, y ya existían ejercicios y esfuerzos valiosos en la materia por parte de la sociedad civil, organizaciones privadas, comunidad académica, comunidad técnica e instituciones públicas en los diferentes poderes y órdenes de gobierno, explica.

El informe para establecer las medidas a tomar, como parte de una táctica nacional en la materia, advierte que se trata de un tema complejo, por lo que se requieren políticas públicas para generar certeza y confianza.

“Existen riesgos y amenazas en el ciberespacio y también evolucionan las técnicas de generación de malware y conductas delictivas, incluso más rápido de lo que puede reaccionar una política pública o la regulación, por ello debemos prepararnos para conocer y atemperar los posibles riesgos que traerán las tecnologías.

El aumento de peligros, amenazas y ataques informáticos sofisticados, el surgimiento de nuevas formas y técnicas para aprovechar vulnerabilidades, así como el incremento de conductas delictivas que se cometen por medio de las tecnologías de la información y comunicación (TIC) son circunstancias que hacen de la ciberseguridad un tema complejo, menciona.

Refiere que la División Científica de la Policía Federal ha atendido más de 200 mil incidentes cibernéticos, desactivado cerca de 17 mil sitios fraudulentos y emitido más de 2 mil alertas en la materia a instituciones públicas y privadas.

Los incidentes en la materia se triplicaron entre 2013 y 2016, al pasar de 20 mil a más de 60 mil, mientras la presencia de sitios web apócrifos con fines de fraude se incrementó 11 por ciento entre 2015 y 2016, llegando a cerca de 5 mil.

Otro de los problemas fue la propagación de virus informáticos, que creció en 57 por ciento entre 2015 y 2016, al alcanzar 40 mil eventos detectados por la Policía Cibernética.