El banco central está orillado a tomar medidas restrictivas para contener alzas, indica
Prevé que la volatilidad en el mercado cambiario se acentúe ante la falta de acuerdos en el TLCAN
Domingo 20 de mayo de 2018, p. 23
La volatilidad en el tipo de cambio se convirtió en un factor de riesgo que puede retrasar la convergencia de la inflación a la meta de 3 por ciento establecida por el Banco de México y llevar a ese organismo a tomar medidas para contener presiones en los precios, consideró el Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN).
Al cuarto mes del año, la inflación fue de 4.6 por ciento en términos anuales, lo cual representó un acercamiento a los objetivos del banco central a diferencia de lo ocurrido en 2017, cuando el alza en los precios en las gasolinas provocó que este indicador superara 6 por ciento.
Sin embargo, el CIEN consideró que el mayor riesgo al que se enfrentará el BdeM para alcanzar sus metas inflacionarias se encuentra en el tipo de cambio del peso frente al dólar.
Este viernes, el peso acumuló cinco semanas al hilo de pérdidas, y las principales causas de la depreciación de la moneda mexicana son, de acuerdo con analistas, el fortalecimiento del dólar respecto de la mayoría de divisas y la indefinición en torno al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), así como la incertidumbre por la elección presidencial del primero de julio.
El CIEN sostuvo que la incertidumbre en el mercado cambiario se acentuará en los siguientes meses luego de que no se llegó a un acuerdo en principio del TLCAN el pasado 17 de mayo, fecha límite establecida por la Cámara de Representantes de Estados Unidos.
Mientras los tres socios comerciales no lleguen a un acuerdo en reglas de origen para la industria automotriz, la cláusula sunset o de muerte súbita cada cinco años, entre otros temas álgidos, no sólo causará estragos en la volatilidad, sino que complicará la discusión por los procesos electorales de México y Estados Unidos, y además habrá de incorporar a las mesas de negociación a equipos de transición, lo cual serán nuevas opiniones para escuchar, señaló.
Destacó que el problema de que se deprecie severamente la moneda mexicana frente a la estadunidense es que los insumos de importación podrían encarecerse y por lo tanto reflejarse en incremento de precios a mediano plazo.
Abundó que esta situación puede diluir la recuperación del nivel inflacionario mostrado en los primeros cuatro meses del año, lo cual provocaría que el banco central del país tome medidas de política monetaria restrictivas con tal de retomar el control en la evolución inflacionaria.
Acotó que el ritmo del crecimiento de la economía nacional puede disminuir, no sólo por esta situación, sino por su comportamiento moderado, principalmente por la actividad industrial, que volvió a caer 3.7 por ciento en el tercer mes de año debido a que todos los componentes del sector mostraron resultados a la baja.
El CIEN insistió que si bien la depreciación del peso será un factor crucial para que el BdeM logre su meta inflacionaria, es preciso dotar de mayor dinamismo a los factores de crecimiento y así evitar una baja importante en la economía del país.