Guadalajara, Jal.

Familiares y amigos de Elizabeth, la joven de 26 años madre del bebé Tadeo, quien murió tras el atentado contra el ex fiscal de Jalisco Luis Carlos Nájera, perpetrado el pasado 21 de mayo, se manifestaron ayer para exigir al gobierno estatal que cumpla su promesa de enviarla a Galveston, Texas, para que sea atendida por las quemaduras que sufrió en 85 por ciento de su cuerpo.

En la manifestación participó Yolanda García, madre de Elizabeth y abuela del bebé de ocho meses, una de las tres víctimas mortales del atentado (también fallecieron un hombre de 59 años por una bala perdida y un presunto sicario en un tiroteo con policías), quien exigió al gobernador Aristóteles Sandoval que envíe a Elizabeth a un hospital especializado en quemaduras para continuar con su tratamiento.

García dijo que el martes los médicos que atienden a Elizabeth en un hospital privado de Guadalajara le informaron que requería un injerto de piel, pero hasta ayer por la mañana las autoridades de Jalisco estimaban que, por su estado, no era conveniente enviarla aún.

Noemí Herrera, también familiar de Elizabeth, dijo que el secretario de Gobierno, Roberto López, ha tratado de convencer a su familia de que no es oportuno enviar a Elizabeth al hospital estadunidense, pues no se cuenta con camillas especiales para el traslado, lo cual consideró absurdo.

Luego de la manifestación, que se realizó por la mañana, el secretario de Salud de Jalisco, Alfonso Petersen, informó que en ese momento Elizabeth estaba siendo sometida a una cirugía para realizarle injertos de piel.

Es una alternativa relativamente reciente que tenemos para el tratamiento de los pacientes quemados. Es una oportunidad para hacer de la piel nuevamente un órgano eficiente, para evitar que, como consecuencia de las quemaduras, tenga una afectación relacionada con la estética, sino también con la funcionalidad señaló Petersen.

Dijo que el traslado a Galveston sigue en pie y que se planea realizarlo en cuanto la mujer se recupere de la intervención de este jueves, para evitar cualquier riesgo innecesario.

Elizabeth y su bebé sufrieron quemaduras en un autobús de la línea Tur al que cuatro encapuchados prendieron fuego con los pasajeros dentro, tras el fallido atentado contra Luis Carlos Nájera.

Cinco personas más resultaron con quemaduras de diversa gravedad. Además, en el tiroteo ocurrido fuera del restaurante donde se cometió el ataque fueron heridos de bala tres policías y cuatro civiles; dos de ellos son niñas que estaban vendiendo dulces cerca del establecimiento.