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El socialista Pedro Sánchez logra convencer a la mayoría de diputados que votarán hoy

Rajoy será expulsado del gobierno español por una moción de censura

El mandatario acusa al líder del PSOE de querer llegar al poder a costa de lo que sea

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Durante la sesión de ayer en el Congreso de los Diputados de España, el líder del PSOE, Pedro Sánchez, y el presidente del gobierno, Mariano Rajoy, del PP, tuvieron un encontronazo con cruce de acusaciones, al dar inicio el debate sobre una moción de censura contra el mandatarioFoto Afp
Corresponsal
Periódico La Jornada
Viernes 1º de junio de 2018, p. 27

Madrid.

Mariano Rajoy, líder de la derecha española desde hace 15 años y presidente del gobierno desde 2011, se convertirá hoy en el primer mandatario en la historia reciente del país en ser expulsado del poder por una moción de censura. Los numerosos casos de corrupción y las crisis territoriales abiertas, sobre todo en Cataluña, sentenciaron a la muerte política al gobernante español, quien decidió ausentarse durante casi todo el debate parlamentario para sopesar con su equipo más cercano su futuro inmediato.

La otra cara de la moneda es la del líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Pedro Sánchez, quien logró convencer a la mayoría de los grupos parlamentarios para votar en favor de la censura a Rajoy en una sesión que se celebrará este viernes al mediodía.

Resultó que sí estaban justificados los nervios del gobierno español en torno a los movimientos políticos del PSOE para sacar adelante una moción de censura, la segunda en contra de Rajoy en menos de dos años, después de la que protagonizó en 2017 el líder de Unidos Podemos (UP), Pablo Iglesias, que culminó en un fracaso estrepitoso. Pero esta vez Sánchez detectó la fragilidad política de Rajoy y de su gobierno luego de las sentencias del caso Gürtel, tras comprobarse el financiamiento irregular del Partido Popular (PP) durante más de dos décadas.

Rajoy llegó cinco minutos tarde a su debate parlamentario más amargo. Entró directo al hemiciclo, donde fue duramente cuestionado por Sánchez, el aspirante a sucederle, por representar, junto al PP, una corrupción institucionalizada y generalizada que, según afirmó el líder socialista, le obligaron a presentar esta moción de censura, la cuarta en la historia desde la restauración de la democracia y la primera que saldrá adelante, si finalmente todos los grupos parlamentarios cumplen con la palabra dada este jueves en el Parlamento.

El umbral para la victoria o la derrota de la moción de censura está en los 176 votos a favor que exige la mayoría absoluta. Y Sánchez tiene ya el compromiso de 180 diputados, si se suman los 84 del PSOE, los 67 de UP, los cuatro de Compromis, los nueve de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), los ocho del Partido Demócrata de Catalunuña (PDCat), los dos de EH-Bildu, el escaño de Nueva Canarias (NC) y los cinco del Partido Nacionalista Vasco (PNV), que fueron los que inclinaron la balanza en favor de Sánchez.

Rajoy tiene garantizados 169 votos: los diputados del PP (134), Ciudadanos (32), Foro Asturias (uno) y Unión del Pueblo Navarro (dos). La formación regional Coalición Canaria, con un diputado, decidió abstenerse.

La votación de la moción de censura se hará este viernes al mediodía, una vez que hayan finalizado las réplicas de los grupos parlamentarios que faltan por intervenir y en la que también cabría la posibilidad de que Rajoy vuelva a pedir la palabra.

En el debate de ayer quedaron claras las posturas de todos los grupos. Rajoy y Sánchez mantuvieron un encontronazo con cruce de acusaciones y con la exigencia del socialista al todavía mandatario de que dimita aquí y ahora.

Esa fue la salida que ofreció Sánchez a Rajoy para que evitara convertirse en el primer presidente en la historia reciente del país en ser expulsado del gobierno por una moción de censura.

La dimisión de Rajoy se barajó durante la jornada de ayer, sobre todo a raíz de que el gobernante decidió no acudir al debate por la tarde y reunirse en un restaurante con su equipo más cercano de colaboradores. Sin embargo, la secretaria general del PP, Dolores de Cospedal, desmintió esa versión y dijo que sería necesaria la votación de la moción de censura para su salida del gobierno.

La clave del triunfo de la moción de censura estuvo en los cinco diputados del PNV, que hacía apenas una semana se habían aliado con el PP para aprobar los presupuestos generales del Estado y que no habían revelado el sentido de su voto. Pero poco antes de que se reanudara la sesión por la tarte, el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, comunicó a Rajoy que habían decidido apoyar la moción de censura.

Rajoy reconoció que perderá la votación y sostuvo que él, en cualquier caso, seguirá siendo español. Acusó a Sánchez de pretender llegar al poder a costa de lo que sea y aliándose con los que quieren liquidar la unidad del país, en referencia a los independentistas catalanes y vascos.

Sánchez advirtió que en caso de que la moción prospere mantendrá su voluntad de convocar elecciones generales lo antes posible, siempre y cuando se haya estabilizado el país, y adelantó que ejercerá los presupuestos generales aprobados por Rajoy.

El aspirante socialista también ofreció diálogo a los independentistas catalanes.