El Instituto Nacional Electoral (INE) debe actuar por oficio y sancionar a los empresarios que están llamando a no votar por Andrés Manuel López, advirtieron senadores del Partido de Trabajo-Morena e independientes.

Los senadores Alejandro Encinas y Luis Humberto Fernández coincidieron en que la actitud de los empresarios Germán Larrea y Alberto Baillères evidencia que hay una elite económica que está en contra del apoyo al pueblo y muestra un enorme desprecio a la democracia. Larrea actúa como cacique de horca y cuchillo del porfiriato, a quien no le importa la vida de sus trabajadores, como vimos en la mina Pasta de Conchos, recalcó el senador Encinas. Tanto él, como Baillères, consideran que quienes trabajan para sus empresas son también su propiedad y pueden obligarlos a actuar como ellos lo consideren mejor”, dijo.

En tanto, el senador Fernández dijo que en lo personal se pronuncia por presentar una denuncia ante la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (Fepade), pero Morena decidió no presentar denuncias, a fin de buscar el diálogo con la cúpula patronal.

Estamos seguros de que López Obrador será un presidente del diálogo, pero no habrá una servidumbre con los grandes señores del dinero. Eso es a lo mejor lo que les está incomodando.

El vicecoordinador del PT Morena agregó que la idea que tienen Larrea y Baillères de mis empleados deben votar como yo les diga, refleja una visión de tienda de raya, inaceptable, ya que los trabajadores prestan un servicio, no le venden su alma al diablo.

Al respecto, el senador Encinas dijo que tal actitud es una presión indebida hacia los trabajadores, que implica incluso una amenaza de despido de estos barones de la minería, la metalurgia y las finanzas, que sienten un enorme desprecio hacia los ciudadanos que no son de su clase y consideran que sólo ellos están hechos para mandar y no aceptan que nadie distinto de ellos pueda asumir la conducción del país”.

A su juicio, el INE debe intervenir de inmediato, sin que exista denuncia y hacerlo de oficio, ya que es la autoridad responsable de garantizar la equidad y cumplimiento de la ley en la contienda electoral, porque Larrea y Baillères no pueden llamar a sus trabajadores para que voten o no por un candidato.