Managua.

El Instituto de Estudios Estratégicos y Políticas Públicas (IEEPP) de Nicaragua rechazó este miércoles las acusaciones de la Policía Nacional contra su director, el académico y politólogo Félix Maradiaga, quien supuestamente es el cabecilla de una red criminal que dirige las protestas contra el gobierno del presidente Daniel Ortega que han provocado ya 127 muertos y mil 200 heridos.

En esta supuesta trama estaría involucrado el presunto narcotraficante mexicano Javier Carrillo, acusado de proveer armas a los manifestantes opositores, según reportes de la policía.

El IEEPP calificó la acusación de antojadiza, infundada y arbitraria, y señaló que busca atemorizar a la comunidad científica y académica del país.

“He escuchado las ridículas y descabelladas acusaciones de la Policía Nacional que me pretende vincular al ‘crimen organizado’”, tuiteó Maradiaga, quien está en Washington para denunciar ante varias instancias, entre ellas la Organización de los Estado Americanos (OEA), al gobierno del presidente Daniel Ortega y pedir que se emprendan acciones para resolver la crisis en Nicaragua.

Citado por el diario La Prensa, agregó: “Es un acto de intimidación, calculando que he estado dentro de la delegación de sociedad civil y de derechos humanos en Washington, lo que están enviando es un mensaje claro: ‘No regreses’ (al país). Pero claro que voy a volver”.

El comisionado Luis Pérez Olivas, director de Auxilio Judicial de la Policía Nacional, presentó este martes a miembros de una peligrosa banda delincuencial dirigida por Cristian Mendoza Fernández, alias El Viper, dedicada al narcotráfico, al terrorismo y otros delitos.

Pérez precisó que Maradiaga, en complicidad con la banda de El Viper, contrataban sicarios, y compraban armas de fuego y municiones para cometer delitos en propiedades privadas y públicas, como saqueos e incendios, durante las protestas.

La agrupación estaba conformada por Humberto Arias, segundo al mando; Kenet Romero, encargado de informática; Néstor Molina, jefe del área de robos y vandalismo, y Ezequiel Leyva, quien organizaría las fuerzas de choque.

En esta red también está vinculado el mexicano Javier Carrillo, quien se encargaba de obtener recursos para traficar armas de fuego con municiones y tenía la conexión personal con El Viper”. El diario La Prensa reportó que el acusado supuestamente tiene nexos con narcotraficantes mexicanos, pero no precisó con qué cártel estaría relacionado. La autoridades no brindaron más detalles sobre el caso.

En tanto, nuevos enfrentamientos entre policías y manifestantes dejaron un muerto a causa de un impacto de bala en la cabeza en Masaya, al este de Managua, mientras los retenes en carreteras se incrementaron en las comunidades Las Esquinas, Diriamba, San Marcos y Rivas contra Ortega.

El secretario de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, el brasileño Paulo Abrao, acusó al gobierno de Nicaragua ante la OEA de promover un escalamiento de la violencia con nuevas prácticas represivas. Precisó que la organización ha verificado 127 muertes y más de mil 200 heridos a raíz de la violencia política.

Nicaragua vive una crisis que comenzó el 17 de abril con una protesta de estudiantes contra una reforma al Seguro Social, que posteriormente fue derogada, y que se agravó por la represión policiaca y la intervención de grupos paramilitares contra los manifestantes.

La Conferencia Episcopal de Nicaragua informó en un comunicado que se reunirán la tarde de este jueves con Ortega en la Casa de los Pueblos (presidencia) para abordar temas de justicia y democracia, que son imprescindibles para nuestra patria; habló de la posibilidad de reanudar el diálogo con sus opositores, ante la grave crisis que vive el país.

Las conversaciones entre universitarios, empresarios, sociedad civil, campesinos y el gobierno empezaron el 16 de mayo, pero fueron suspendidas el 31, día que llevó a cabo una protesta antigubernamental que culminó con 15 muertos y más de 200 heridos.