El sociólogo argentino Pablo Alabarces publica el libro Historia mínima del futbol...
Es un mundo patriarcal; es tan estrepitoso que debe concluir lo antes posible
, advierte el autor
La apertura de la intelectualidad a este deporte se debe a Eduardo Galeano, destaca
fue un intelectual de mucha rupturapor su defensa del futbol desde los años 60, cuando los otros pensadores se distanciaban. En la imagen, el escritor uruguayo captado en el año 2000Foto archivo
Domingo 10 de junio de 2018, p. 6
El machismo del futbol latinoamericano es tan estrepitoso que debe concluir lo antes posible
, afirma el sociólogo argentino Pablo Alabarces, a propósito de su Historia mínima del futbol en América Latina.
El peso descomunal que tuvo el futbol latinoamericano para las identidades masculinas bloqueaba la posibilidad de construir identidades y relatos femeninos; era tan fuerte que obturaba la posibilidad de la incorporación de la mujer
, explica el autor a La Jornada.
En el volumen, coeditado por Turner y El Colegio de México, resume que el periplo de ese deporte en la región durante el siglo pasado es casi con exceso una historia de hombres que excluye a las mujeres. ¿Qué podríamos narrar del futbol feminino latinoamericano sin las prohibiciones?
Alabarces (Liniers, Argentina, 1961) menciona que en esto existe una relación de poder: Es un mundo patriarcal. Al macho no le gusta que la mujer dispute sus dominios, tan cerrados como el mundo del futbol que llegaba hasta lo jurídico
; aunque se tienen registros de partidos desde 1921 en América Latina, la verdadera incorporación de la mujer ocurrió hace tres décadas.
Refiere que en Brasil, el futbol femenil estaba prohibido por un decreto de los años 30 del siglo pasado, no es que estuviera mal visto. Este monopolio masculino es intolerable y su destrucción es algo que los hombres tenemos que acompañar sabia y entusiastamente
.
En Argentina, ejemplifica Alabarces, “es muy duro el desprecio y la represión contra el futbol femenino. En la reciente Copa América femenina, a las integrantes de la selección argentina se les pagó menos de 200 pesos por día de entrenamiento, con tipo de cambio similar a la moneda mexicana, y, para colmo, se los debían.
Lanzan una nueva casaca del equipo y contratan a una modelo en vez de llamar a las propias jugadoras. O la Asociación de Futbol Argentino crea una secretaría de género y pone a un hombre a dirigirla.
Sobre la historia de este deporte en la región, al que ha dedicado 25 años de trabajo, el sociólogo expresa que en la actualidad hay muchísimos libros sobre futbol. En las recientes dos décadas el crecimiento ha sido enorme, pero igual sigue faltando mucho
.
Alabarces refiere que esta apertura se debió a Eduardo Galeano (1940-2015), intelectual de mucha ruptura
por su defensa del futbol desde los años 60, cuando los otros pensadores se distanciaban de esa práctica. Publicó en 1967 un primer tomo con algunos escritos breves dedicados
.
Él perteneció a “la generación de intelectuales que debían disputar la legitimidad de su afición futbolística. En los años 60 y 70, este deporte era el opio moderno de los pueblos que había remplazado a la religión.
Cuando a principios del siglo XXI, producto de la expansión del futbol en todos los mercados, públicos y la incorporación de la mujer, etcétera, los intelectuales pierden el miedo. Ahora todos los intelectuales están dispuestos a aceptar que además son aficionados, que les gusta. Esa es la novedad.
La nueva generación de escritores, como Juan Villoro y Eduardo Sacheri, heredan la ruptura de Galeano, quien abre el campo y sobre esa fisura se zambullen todos. Por eso hay muchos más libros sobre futbol
.
Añade que hace 25 años me alcanzaban los dedos de una mano para contar las ficciones sobre futbol escritas en Argentina. Hoy no la recuerdo todas. Incluso, desde hace 15 años años existe Ediciones Al Arco, que se dedica sólo a libros de este deporte. Esto hace 25 años era impensable
.
Esto da cuenta de cierto clima populista, no como peyorativo, sino como una tensión menos discriminadora respecto del mundo popular; es decir, que éste ya no es algo ajeno que debe ser modificado, sino que puede ser compartido. Eso implica la danza, la música y los consumos televisivos. Así, el mundo intelectual latinoamericano baja sus resistencias respecto de esas prácticas
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Sobre el tópico de futbol en América Latina
, Alabarces asevera que es algo que no existe, sino geográficamente. Tampoco existe un relato único, un estilo o una historia sobre él
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Sin embargo, “hay tres grandes similitudes: el origen migrante europeo. El futbol se inventa en Inglaterra, se expande por Europa y llega a América Latina por medio de ingleses y otros europeos, como el caso del belga que funda el equipo Guadalajara.
“En segundo lugar, en todos los casos el futbol es una práctica de élite y luego se vuelve popular, proceso que no ocurre al mismo tiempo en todos los lugares.
El tercer punto tiene que ver con las dirigencias: siempre son élites. En el tiempo, pasan de migratorias, europeas, a las burguesas o aristocráticas locales. Hoy las dirigencias están más vinculadas a la empresa o a los medios de comunicación
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Otro elemento que tiene en común es la corrupción, dice el investigador. No hay un sólo futbol en toda América Latina cuyos dirigentes sean honestos, fieles a sus principios, a la defensa de su deporte
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